Lukanin, de 64 años, fue arrestado en octubre de 2020, en el marco de un caso penal incoado por un presunto delito de traición.
Según una fuente policial citada por TASS, el científico fue detenido como sospechoso de entregar a China tecnología secreta rusa relacionada con fuentes alterativas de alimentación eléctrica.
Después jubilarse, Lukanin, quien había participado en Rusia en un grupo que trabajaba en fuentes de alimentación de alto voltaje, fue invitado a la Universidad de Shenyang, China.
Los casos de científicos rusos perseguidos por presunta traición se han multiplicado en los últimos meses.
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En agosto pasado, el director del Instituto de Mecánica Teórica y Aplicada de Siberia, Alexande Shiplyuk, fue detenido por un supuesto delito de traición.
Shiplyuk, de 56 años, es un científico ruso reconocido, doctor en ciencias físico-matemáticas, miembro corresponsal de la Academia de Ciencias de Rusia y destacado investigador en la rama de la aerodinámica, particularmente, en la creación de naves aéreas hipersónicas.
Dos meses antes había sido detenido por el mismo motivo Anatoli Máslov, investigador del mismo instituto.
También en junio fue arrestado Dmitri Kólker, investigador del Instituto de Física Láser de la filial siberiana de la Academia Rusa de Ciencias.
Kólker, a quien le habían diagnosticado cáncer en fase terminal, falleció tres días después de su arresto. Según su hijo, fue acusado de traición por dictar conferencias en China cuyo contenido había sido autorizado por las autoridades rusas.
