Acompañado por el boxeador venezolano Eldric Sella Rodríguez y la ciclista afgana Masomah Ali Zada, competidores ambos en los JJOO de Tokio 2020 como integrantes del Equipo Olímpico de Refugiados, el máximo responsable de la organización olímpica ha realizado estas declaraciones en Oviedo, donde esta tarde recogerán el galardón en una ceremonia presidida por los reyes Felipe y Letizia.
Bach ha señalado que la concesión del "prestigioso" Premio Princesa de Asturias es un "aliciente para entrenar aún más fuerte" de cara a los próximos JJOO de Paris 2024, y para la organización, "un empujón para mantener y ampliar" la ayuda a refugiados en todo el mundo.
EL BOXEADOR VENEZOLANO SELLA DESTACA EL IMPACTO DEL EQUIPO DE REFUGIADOS
El boxeador Eldric Sella Rodríguez ha indicado que la concesión del Premio Princesa de Asturias de los Deportes significa que lo que está haciendo el Equipo Olímpico de Refugiados tiene un "impacto en el mundo" y que está llevando a cabo un "buen" trabajo.
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"Esto nos motiva para seguir preparándonos y dar los mejor de nosotros para el ciclo olímpico que finaliza en 2024, así como seguir impactando en más personas", ha afirmado el deportista, que acudió por primera vez a un gimnasio a los 9 años y a los 15 años participó en su primer campeonato nacional.
El boxeador venezolano ha explicado que es refugiado porque le tocó irse de su país, debido al momento que atraviesa, ya que allí no habría podido cumplir sus sueños.
"El Equipo Olímpico de Refugiados me dio la oportunidad de competir en Tokio y ahora me permite intentar ganarme un puesto para hacerlo en París", ha subrayado el venezolano.
LA CICLISTA AFGANA ALI ZADA CULPA A LOS TALIBANES DEL CAMBIO DE MENTALIDAD
La ciclista afgana Masomah Ali Zada ha relatado que en Afganistán por "culpa de los talibanes cambió la mentalidad" y ya no se aceptaba que las mujeres pudiran andar en bicicleta.
"Yo empecé a montar en bici para cambiar las mentalidades", ha dicho la deportista, con la que alguna gente no estaba de acuerdo con su forma de hacer y le obligaron a "abandonar el país" porque estaba "en peligro".
Ali Zada se refugió en Francia, donde siguió montando en bicicleta, y deseaba continuar "normalizando" su uso para las mujeres, quienes en Afganistán "han perdido sus derechos" desde la llegada de los talibanes al poder.
La deportista confía en poder ser una voz para las mujeres afganas y ha valorado que gracias al programa del Equipo Olímpico de Refugiados ha podido participar en los JJOO de Tokio y mostrar el "derecho" de las mujeres a montar en bicicleta, así como lanzar un "mensaje de esperanza" para todos los refugiados en general, y en especial para los niños.
Asimismo, ha expresado su confianza en que en la próxima cita olímpica el Equipo de Refugiados "pueda seguir adelante", un reto al que contribuye la concesión del Premio Princesa de Asturias de Deportes, que "da mucha energía".
