La nueva estrategia del Ejecutivo en su pulso a las ONG que salvan inmigrantes en el Mediterráneo pasa por permitir el desembarco solo de los más vulnerables, mientras que el resto serán devueltos a aguas internacionales en los barcos por los que fueron rescatados.
Los ministros de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini, de Interior, Matteo Piantedosi, y de Defensa, Guido Crosetto, han firmado este domingo un decreto que así lo ordena, según fuentes próximas al vicepresidente ultraderechista.
En el texto se permitirá a la Geo Barents, cargada con 572 inmigrantes exhaustos tras su periplo y días de espera en el mar, permanecer en aguas territoriales italianas el tiempo necesario para asistir a las personas que padezcan una "condición de emergencia o salud" verificada por las autoridades portuarias competentes.
Después, "a todas las personas que permanecen en la embarcación les será en todo caso asegurada la asistencia para salir de aguas internacionales", es decir, que serán expulsadas al mar.
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Esta estrategia ha sido tachada por la oposición de "inhumana" y contraria a las leyes internacionales, por suponer una devolución de los inmigrantes que, por ejemplo, no estén enfermos.
Los primeros en padecer esta estrategia italiana han sido los 179 inmigrantes salvados hace dos semanas en el Mediterráneo por el barco humanitario Humanity 1.
La nave entró hoy al puerto siciliano de Catania (sur) y, tras una verificación por parte de los funcionarios italianos, se permitió el desembarco de 144 inmigrantes, sobre todo mujeres y niños, mientras que 35 fueron obligados a quedarse a bordo.
