"Los bombardeos salvajes de zonas densamente pobladas por parte de las fuerzas ofensivas del Gobierno de la RDC continúan causando más víctimas entre la población civil y varios niños han sido asesinados", señaló el M23 a través de un comunicado emitido la pasada noche.
Según el grupo rebelde, al menos dos niños han muerto en la localidad de Kinyandonyi, que pertenece a la provincia de Kivu del Norte.
Además, el M23 indicó que también murieron civiles en las cercanas localidades de Kanombe y Kazuba.
EFE no pudo verificar de manera independiente estos números debido a las dificultades de acceso a las zonas donde se producen los combates.
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Los combates entre el M23 y las Fuerzas Armadas congoleñas, volvieron a intensificarse a finales del pasado mes de octubre, después de algunos meses de pausa.
Los combates, además de provocar decenas de miles de desplazados internos, generaron una crisis diplomática, con Kinshasa acusando a Ruanda de apoyar al M23, un extremo que el Gobierno de Kigali siempre ha negado, si bien un informe confidencial de expertos de las Naciones Unidas filtrado a principios de agosto confirmó esa cooperación.
El M23, por su parte, acusa al Ejército congoleño de colaborar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en el año 2000 por algunos cabecillas del genocidio de Ruanda de 1994 y otros ruandeses exiliados en la vecina RDC para recuperar el poder político en su país de origen.
Tanto la RDC como Ruanda han insistido en mantener un diálogo político para resolver la escalada de tensión entre ambos países y están manteniendo conversaciones.
Sin embargo, las acusaciones cruzadas continúan y el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, hizo un llamamiento la semana pasada a sus ciudadanos a alistarse en el Ejército frente a la "agresión" de Ruanda.
Además, los combates continúan a pesar de las peticiones de un "alto el fuego inmediato" de la Unión Africana (UA) y la Unión Europea (UE).
El M23 se creó en 2012, cuando soldados congoleños se sublevaron por la pérdida de poder de su líder, Bosco Ntaganda, procesado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra; y debido a supuestos incumplimientos del acuerdo de paz del 23 de marzo de 2009, que da nombre al movimiento.
El grupo exigía renegociar ese acuerdo firmado por la guerrilla congoleña Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) para su integración en el Ejército, a fin de mejorar sus condiciones.
El CNDP, formado principalmente por tutsis (grupo que sufrió en gran medida el genocidio de Ruanda de 1994), se constituyó en 2006 para -entre otros objetivos- combatir a los hutus de las FDLR.
El este de RDC lleva más de dos décadas sumido en un conflicto avivado por milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).
