"Yo creo que es todavía demasiado pronto, hay muchas hipótesis, hay muchos testimonios. Confío en los bomberos y en la policía judicial", expresó Darmanin a los medios de comunicación desde el lugar de la tragedia.
Pese a esta llamada a la prudencia, el ministro admitió que el problema de tráfico de drogas y de presencia de 'okupas' en la calle afectada y en el edificio incendiado en particular era "conocido" por las autoridades, que tenían investigaciones abiertas.
"La droga está enquistada en algunos lugares de la República", lamentó Darmanin.
Pero el ministro dejó en manos de la policía judicial, los bomberos y la Fiscalía de Lyon, encargada de investigar esta tragedia, la determinación de las causas del siniestro y apuntó que la prioridad inmediata es identificar a todas las víctimas, para que las familias puedan saber qué ha sido de sus seres queridos.
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Darmanin agradeció también el trabajo de los bomberos, que llegaron en 12 minutos y, corriendo "riesgos considerables" para sus vidas, salvaron a una quincena de personas, incluidos niños.
El incendio causó también catorce heridos, cuatro en estado crítico.
En total, el incendio ha dejado a un centenar de personas sin hogar o sin posibilidad de acceder a él, por lo que deben ser realojadas, según indicó el ministro de Vivienda, Olivier Klein.
Respecto al estado del inmueble, Klein indicó que había sido objeto de trabajos "de urgencia" en 2019 y que se trata de un barrio en proceso de renovación desde hace varios años.
El incendio destruyó un edificio de viviendas de siete plantas en Mas le Taureau, un barrio popular de Vaulx en Velin, una ciudad de cerca de 50.000 habitantes a las afueras de Lyon.
La alerta por el fuego, que según diversos testimonios se declaró en los bajos, saltó hacia las 3 de la madrugada y al lugar de los hechos llegaron 170 bomberos, dos de los cuales resultaron heridos leves en la extinción del fuego y el rescate de los vecinos.