"No volveré ni esposado ni rendido ante un juez español para que sea indulgente. Lucharé para volver libre", aseguró en un mensaje de vídeo difundido en redes sociales.
Puigdemont, que permanece en Bélgica huido de la Justicia española, reaccionó así después de que el juez del Tribunal Supremo español Pablo Llarena decidiera hoy levantarle el procesamiento por el delito de sedición -derogado recientemente por el Parlamento español- por su participación en el proceso independentista ilegal de Cataluña de 2017.
El magistrado mantiene, sin embargo, el procesamiento por desobediencia y por malversación agravada, castigado con una pena de hasta 12 años de prisión, por los mismo hechos.
En Bruselas, el abogado de Puigdemont descartó hoy que su entrega a España sea más fácil tras entrar en vigor la reforma del Código Penal español que deroga el delito de sedición, pese a que el Tribunal Supremo lo haya procesado solo por los delitos de malversación y desobediencia.
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Según el abogado Gonzalo Boye, que lleva la defensa de Puigdemont, "el problema que tiene" el juez Llarena no es "de tipo penal", sino "de derechos fundamentales y es un problema de persecución política".
