Consejo de Seguridad discutirá la ayuda humanitaria a Siria tras terremoto

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Naciones Unidas, 10 feb (EFE).- El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá a comienzos de la próxima semana para evaluar las necesidades humanitarias en el noroeste de Siria tras los terremotos del pasado lunes y después de que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió a este órgano que autorice el uso de más cruces fronterizos para llevar ayuda a zonas bajo controlo opositor.

Brasil y Suiza, que están al frente del dossier humanitario de Siria en la ONU, anunciaron este viernes que van a convocar un encuentro para escuchar un análisis de la situación por parte del jefe de los servicios humanitarios de la organización, Martin Griffiths, que visitará este fin de semana las zonas más afectadas.

Los dos países explicaron que están preparados para "facilitar acuerdos" en el Consejo de Seguridad, a quien Guterres solicitó medidas para ayudar a llevar asistencia humanitaria más rápidamente a los bastiones rebeldes del noroeste de Siria, que están entre las áreas más golpeadas por los seísmos.

En concreto, el diplomático portugués pidió a las potencias que consideren autorizar a la ONU y sus socios humanitarios el uso de más cruces fronterizos desde Turquía para el suministro de ayuda, pero por el momento Brasil y Suiza no quisieron decir si han presentado algún tipo de propuesta al respecto.

Desde hace años, la ONU y sus socios humanitarios solo pueden usar el paso de Bab al Hawa, que conecta Turquía con la provincia siria de Idlib, para entregar ayuda desde el exterior a la población de zonas bajo control rebelde, donde millones de personas dependen de la asistencia internacional.

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Tras no poder llevar asistencia durante los primeros días después del terremoto por los daños que habían sufrido las carreteras de la zona, un primer convoy de Naciones Unidas ingresó ayer en Idlib y un segundo lo hizo este viernes.

Aunque Naciones Unidas también organiza algunos convoyes desde el interior de Siria, cruzando las líneas del frente, la ayuda que llega por esa vía es mucho menor y las operaciones resultan mucho más complicadas, según la organización.

La cuestión de la ayuda transfronteriza a las zonas rebeldes de Siria ha sido en los últimos años un tema muy controvertido en el Consejo de Seguridad, donde Rusia ha ido obligando a recortar el número de cruces disponibles hasta dejar solo uno.

El Gobierno sirio -que tiene en Moscú a su gran aliado- insiste en que todas las operaciones deberían llevarse a cabo desde su territorio y considera que la entrada de ayuda desde Turquía viola su independencia e integridad territorial.

Mientras, una mayoría del Consejo de Seguridad apoya el incremento de más pasos y en los últimos días algunos miembros, entre ellos Estados Unidos y varios países europeos, han abogado por ampliar el número en respuesta a los terremotos.