El sueño se convirtió en realidad para varias de las 74.000 personas que acudieron en la noche de este domingo al espacio diseñado por el famoso arquitecto Oscar Niemeyer para la primera noche de desfiles de las "escolas" de samba del Grupo Especial, la mayor atracción del carnaval de Río de Janeiro.
El servicio, que antes era exclusivo para los que pagaban hasta mil dólares para asistir a los desfiles desde las exclusivas tribunas "VIP", ahora está al alcance incluso de quienes pagaron las boletas más baratas para ver las presentaciones en las tribunas populares.
Esa posibilidad fue fruto de un acuerdo entre la Liga Independiente de las Escolas de Samba (Liesa), organizadora del espectáculo, con el Servicio Nacional de Aprendizaje Comercial (Senac), una entidad pública que ofrece cursos técnicos a millones de brasileños interesados en aprender un oficio.
El acuerdo permitió a los alumnos de los cursos de maquillaje y de masoterapia de la Senac ofrecer sus servicios gratuitamente en cuatro espacios distribuidos tras las tribunas en diferentes puntos del sambódromo.
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"La filosofía del Senac es aprender haciendo y por eso trajimos a los alumnos para que tengan experiencia en el trabajo. Aquí ellos tienen la oportunidad de poner en práctica todo lo que aprenden en las clases", explicó a EFE Nilene Dutra, profesora maquillaje de Senac y coordinadora de uno de los puestos.
La especialista dijo que los alumnos hacen lo que los clientes les piden, tanto hombres como mujeres, pero que por tratarse de un evento carnavalesco todos están jugando mucho con la escarcha, los adhesivos, los pigmentos, las plumas y los colores.
Explicó que la atención en promedio es de 15 minutos por cliente pero que el tiempo es menor para los más discretos que no quieren exageración y tarda más para quienes quieren parecer una reina de "batería" (orquesta) de una escuela de samba, una portabandera de la agrupación o una de las muchas musas del sambódromo, que pagan fortunas por el servicio a los profesionales.
La previsión es atender a unas 100 personas por noche en cada uno de los cuatro puestos de atención de la Senac, que ofrece por primera vez este servicio en el templo de los desfiles, pero ya tiene experiencia en otros eventos como Rock in Río.
La experiencia también la están aprovechando los alumnos de masoterapia, como la joven Gabriele Vidal, que espera ofrecerle masajes a unos 30 clientes en la noche de este domingo, cada uno de 15 minutos.
"Ha sido algo maravilloso. Ya lo hago en otros eventos, pero ahora es una experiencia increíble por tratarse de un espectáculo de gran porte. Es una experiencia para perfeccionarnos y un gran desafío", dijo a EFE la alumna.
Los desfiles de las "escolas" del Grupo Especial, cada una con unos 3.200 músicos, bailarines y figuras destacadas, así como con gigantescos carruajes alegóricos, son la principal atracción del carnaval de Río y el considerado mayor espectáculo del mundo al aire libre.