"Este tribunal declara al imputado no culpable de los delitos de violación y complicidad para delinquir y por lo tanto ordena su libertad inmediata", señala la sentencia del tribunal superior de Nyarugenge, en Kigali.
La fiscalía había solicitado una sentencia de diez años y seis meses de prisión para Kayumba al alegar que los presuntos delitos que había cometido eran muy graves y el castigo debía servir como un ejemplo para otras personas.
Sin embargo, Kayumba negó todos los cargos y dijo que este caso e incluso las pruebas presentadas en su contra eran falsas.
El opositor aseguró que su arresto tuvo motivaciones políticas y se definió como un "preso político".
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Kayumba, detractor del presidente ruandés, Paul Kagame, fundador del periódico digital The Chronicles y exprofesor titular de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de Ruanda, creó en marzo de 2021 su propio partido político, la Plataforma Ruandesa para la Democracia (RDP).
A través de su partido y en sus artículos, Kayumba acusó al Gobierno ruandés de restringir el espacio democrático del país con detenciones arbitrarias y limitando las libertades básicas.
Las denuncias por violación surgieron poco después de la fundación de su plataforma política y causaron mucho revuelo en las redes sociales.
Una joven llegó a afirmar en Twitter que Kayumba había intentado violarla en 2017.
Desde su llegada al poder en 2000, el presidente ruandés ha conseguido reconocimiento internacional por sus éxitos económicos y la reconstrucción del país tras el genocidio de 1994.
Sin embargo, organizaciones pro derechos humanos han denunciado en numerosas ocasiones detenciones arbitrarias y desapariciones de disidentes a manos de su Gobierno.
En el pasado, opositores en Ruanda han sido asesinados o han desaparecido por motivos que la oposición ha descrito como "políticos".
El informe "Libertad en el Mundo 2022" de Freedom House concluyó que, si bien el régimen ruandés ha mantenido la estabilidad y el crecimiento económico en el país, también ha reprimido la disidencia política mediante la vigilancia generalizada, la intimidación, la tortura y presuntos asesinatos de disidentes exiliados.