La inflación en Alemania sube al 8,7 % en febrero, sobre todo por alimentos

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Berlín, 10 mar (EFE).- La inflación interanual en Alemania se situó en febrero en el 8,7 %, al igual que en enero, y se mantiene así a un nivel elevado, sobre todo debido al encarecimiento de los alimentos, informó hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

"La tasa de inflación se mantiene en un nivel elevado", señaló Ruth Brand, presidenta de Destatis, quien agregó que "especialmente perceptible para los hogares en febrero fue de nuevo el aumento de los precios de los alimentos, que subieron incluso más que los de la energía".

Respecto a enero, el índice de precios al consumo (IPC) subió un 0,8 %.

Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, los precios particularmente de la energía y de los alimentos han subido notablemente y tienen una influencia considerable en la tasa de inflación.

Como consecuencia de la guerra y la situación de crisis, los cuellos de botella en el suministro y los aumentos de precios en los fases económicas previas influyen asimismo en la tasa de inflación, de manera que también se encarecen otros bienes y servicios.

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A pesar de las medidas de alivio adoptadas por el gobierno, los productos energéticos se encarecieron en febrero un 19,1 % interanual, aunque se observa una ligera moderación respecto al 23,1 % de enero.

En concreto, el precio de la energía doméstica se siguió incrementando de forma especialmente acusada, en un 32,2 %.

Así, los precios del gas natural aumentaron un 46,6 %, los de la electricidad, un 23,1 %, y los de calefacción urbana, un 16,1 %.

También otros productos energéticos domésticos se encarecieron por encima de la media, por ejemplo, la leña, los pélets u otros combustibles sólidos, un 41,7 %, y el gasóleo ligero para calefacción, un 11,8 %.

Por contra, los precios de los carburantes subieron -con un 3,2 %- por debajo de la tasa de inflación general.

Los alimentos se encarecieron en febrero un 21,8 % interanual, incluso más que los productos energéticos en su conjunto, y se acentúa así la tendencia al alza, después de que en enero ya subieran un 20,2 %.

De nuevo se observaron subidas en todos los grupos de alimentos y en particular se encarecieron los lácteos y los huevos -un 35,3 %- y el pan y los cereales -un 24,3 %.

También aumentaron significativamente los precios de las grasas y aceites, y del pescado, sus derivados y el marisco -un 22,8 %, respectivamente-.

Sin tener en cuenta el impacto de la energía, la tasa de inflación se habría situado en febrero en el 7,6 %, y sin contar la energía y los alimentos, en el 5,7 %.

Los precios de los bienes en su conjunto aumentaron un 12,4 % interanual, con una subida particularmente fuerte -del 16,5 %- en el caso de los bienes fungibles, mientas que los bienes de consumo duradero se encarecieron un 6,1 %.

Los precios de los servicios en su conjunto crecieron un 4,7 % interanual, entre ellos los alquileres netos, que aumentaron un 2,0 %.

Se encarecieron por encima de la media los servicios de mantenimiento y reparación de viviendas -un 16,7 %- los de restauración -un 10,9 %- y los de servicios sociales -un 9,5 %-, mientas que sólo muy pocos se abarataron, como los de telecomunicaciones -un 1,1 %-.

El IPC armonizado para Alemania, el que se calcula con criterios comunitarios, se elevó en febrero un 9,3 % en términos interanuales y un 1,0 % respecto al mes anterior.