"Nuestra expectativa hoy es la finalización del anexo sobre la aplicación del acuerdo para la normalización", declaró Escobar a Radio Free Europe en Ohrid (Macedonia del Norte), donde se celebra la reunión.
Indicó que el nuevo plan europeo quiere crear relaciones "pacíficas, amistosas y predecibles" entre Serbia y Kosovo, y es una oportunidad para dejar atrás la mala herencia de conflictos de la década de 1990 en la región balcánica.
"Es una oportunidad no sólo para Serbia y Kosovo, sino para la región en su totalidad", dijo Escobar.
En Ohrid se reúnen el Alto Representante comunitario de Política Exterior, Josep Borrell, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, y el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, para trazar una hoja de ruta para la aplicación del plan europeo.
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Tras los encuentros bilaterales de Borrell con Vucic y Kurti tendrá lugar una reunión tripartita.
Serbia no reconoce la independencia que su antigua provincia de Kosovo, poblada por una gran mayoría de albaneses étnicos, proclamó en 2008.
Vucic y Kurti aceptaron el pasado mes negociar una normalización, basándose en el plan promovido por la UE y apoyado por EE. UU. después de meses de tensiones entre ambos países.
Ese pacto debería suponer un importante paso adelante en la normalización entre Kosovo y Serbia, un difícil proceso iniciado en 2013 bajo el amparo de la UE, pero su aplicación aún está por acordar y unos pasos importantes se esperan hoy en Ohrid.
El plan europeo prevé, entre otros, que Belgrado y Pristina reconozcan los documentos oficiales de los dos países, de tal manera que los ciudadanos de ambos puedan viajar libremente entre uno y otro.
Además, estipula que Serbia no impida la entrada de Kosovo en organismos internacionales, al tiempo que prevé "más seguridad, certeza y predictibilidad" de derechos para los serbios en Kosovo.
