"El grupo parlamentario socialista avanzará para la confirmación de la ley. Superadas todas las cuestiones de naturaleza constitucional, es el momento de dar por terminado un debate maduro", anunció hoy el portavoz de grupo parlamentario socialista, Erico Brilhante Dias.
"No hay paralelo con este proceso legislativo, no hay ningún otro que haya atravesado tantas legislaturas, tan abierto a la sociedad", dijo la diputada socialista Isabel Moreira.
Rebelo de Sousa vetó el miércoles la cuarta versión de la propuesta de ley sobre la muerte médicamente asistida aprobada por el Parlamento portugués por considerar que es necesaria mayor precisión sobre las diferencias entre suicidio asistido y eutanasia y sobre la supervisión del proceso incluidas en el texto.
"Nos parece clarísimo que el presidente sabe que no hay ningún problema de constitucionalidad y que optó por un veto político con contenido bastante atípico", apuntó Moreira en declaraciones a los medios en el Parlamento.
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Los socialistas descartan que esta decisión agrave las tensiones entre Marcelo Rebeldo de Sousa, conservador y católico practicante, y el Gobierno del socialista António Costa.
"Estamos hablando del funcionamiento regular de las instituciones", según el portavoz socialista. "Ha habido una estrecha cooperación institucional, cada uno con sus competencias".
Es la cuarta vez que el Parlamento avanza con una propuesta sobre la despenalización de la eutanasia, que fue vetada con anterioridad por el presidente y tumbada por el Tribunal Constitucional en dos ocasiones.
El texto fue aprobado por socialistas, liberales y Bloque de Izquierda el pasado 31 de marzo con la oposición de la mayoría de los diputados del conservador Partido Social Demócrata (PSD) -el partido en el que milita Rebelo de Sousa-, el ultraderechista Chega y el Partido Comunista.
Ahora, según la legislación portuguesa, si el texto es aprobado por mayoría absoluta en el Parlamento, será remitido de nuevo al presidente, que tendrá ocho días de plazo para su promulgación.