“Mientras buscamos este acuerdo legal, no crean que nos sentamos a esperar. El trabajo general está en marcha. Y una vez que se alcance el acuerdo legal, el trabajo práctico estará terminado. Por lo tanto, no es primero una cosa y luego la otra. Se está solapando”, afirmó Borrell ante la prensa a su llegada a un Consejo de ministros de Exteriores comunitarios.
La semana pasada, el ministro ucraniano de Exteriores, Dmitro Kuleba, criticó que la UE aún no hubiera acordado cómo invertir esos 1.000 millones de euros para realizar compras conjuntamente de munición y, así, poder rellenar sus arsenales, mermados por la entrega inmediata de existencias que están haciendo a Kiev.
“He estado hablando con el ministro Kuleba. Le he explicado que hay dos vías. La primera está en marcha”, indicó Borrell.
Esa primera vía de ayuda a Ucrania consiste en utilizar 1.000 millones de euros del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP) en reembolsar parte del costo de la munición que los Estados miembros tenían almacenada y que están dando a Ucrania.
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“Hemos recibido solicitudes de reembolso por valor de 600 millones de euros. No puedo decirle exactamente las municiones que están detrás de los 600 millones de euros y en qué situación se encuentran, me han pedido que pague 600 millones de euros por eso”, explicó.
A su vez, Borrell recordó que hay una “segunda vía” para ayudar a Ucrania a obtener la munición de artillería que necesita, la que contempla otros 1.000 millones de euros del FEAP para los pedidos conjuntos.
Ahí, reconoció que “sigue habiendo cierto desacuerdo, pero estoy seguro de que todo el mundo comprenderá que nos encontramos en una situación de extrema urgencia”.
“Estoy seguro de que en los próximos días llegaremos” a un acuerdo”, concluyó. Pese a que en marzo los ministros de Exteriores comunitarios ya llegaron a un acuerdo político sobre las dos vías, la segunda aún no se ha traducido en un texto jurídico por disputas entre países sobre si las compras de munición deben hacerse solo en la UE y Noruega -como pactaron entonces-.
Francia, en concreto, es de los países que más está haciendo hincapié en que quede claro que el FEAP no financiará pedidos de productos fabricados fuera de la Unión o Noruega.
“Comprendo a quienes quieren ver florecer la industria militar europea. De hecho, lo necesitamos. Pero si nos retrasamos actualmente, los ucranianos podrían no llegar tan lejos y con tanto éxito como podrían. Por tanto, la velocidad es el principal factor que debemos buscar ahora”, recalcó a su llegada al consejo el titular lituano, Gabrielius Landsbergis.
En todo caso, puso de relieve el “mensaje muy firme e importante” transmitido a Ucrania con el acuerdo de marzo, de que “seguiremos apoyándola militarmente, no sólo en la actual contraofensiva, sino también de forma continuada”.
Por su parte, su homólogo estonio, Margus Tsahkna, se mostró “seguro” de que la UE logrará proporcionar a Ucrania el millón de rondas de munición que le prometió antes de final de año.
Por lo que respecta a la preparación de un nuevo paquete de sanciones contra Rusia -el undécimo ya-, Borrell no respondió a la pregunta de si barajan imponer medidas restrictivas contra el sector atómico ruso, como solicita Kiev y algunos Estados miembros.
“Hoy no estamos en posición de concluir un nuevo paquete de sanciones contra Rusia. Seguiremos discutiendo”, afirmó.
Varios Estados miembros tienen contratos con la empresa estatal atómica rusa Rosatom difíciles de sustituir a corto plazo, por lo que son reacios a sancionar ese sector de la economía de Rusia.