El nivel de agua del embalse de Kajovka, del que depende la planta para refrigerarse, se reduce rápidamente tras la rotura de la presa el pasado martes.
Actualmente se encuentra en 9,17 metros, según la gestora legítima de la planta, Energoatom, lo que es inferior a los 12,7 metros que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) consideraba adecuado para seguir bombeando agua.
No obstante, en el estanque de enfriamiento propio de la central nuclear el nivel de agua se mantiene estable en 16,67 metros y los expertos no prevén una disminución, según indicó en un comunicado el operador ruso, creado tras la anexión por parte de Rusia de la región de Zaporiyia en septiembre pasado.
"Las medidas para garantizar la seguridad nuclear, incluidas las relacionadas con el sistema de refrigeración, se están implementando en su totalidad", indicó.
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Explicó que empleados del ministerio ruso de Emergencias efectuaron hoy labores para garantizar un nivel adecuado de agua en el estanque de enfriamiento.
En concreto, agregó, buceadores sellaron las compuertas de estructuras hidráulicas y limpiaron la cabeza de los pozos.
"Estos trabajos se realizaron para garantizar un nivel confiable de suministro de agua a la estación", recalcó la empresa.
Recordó que cinco de los seis reactores de la central nuclear se encuentran en estado de "apagado frío", mientas que uno, el número 5, está en modo "apagado en caliente".
El pasado día 8, dos días después de que colapsara la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, la Comisión Reguladora Estatal de Energía Atómica de Ucrania emitió una orden a la empresa atómica ucraniana Energoatom, gestora legítima de la planta nuclear, para que ponga también en estado de apagado frío el último reactor.
