A pesar de esta mejoría en la seguridad alimentaria de la región, 3,7 millones de personas, es decir, el 52 % de la población del Caribe anglófono, continúan padeciendo inseguridad alimentaria.
Además, la encuesta sobre seguridad alimentaria y medios de subsistencia en el Caribe subrayó las crecientes dificultades financieras y los desafíos a los que se enfrenta la población debido al aumento del coste de la vida tras la pandemia.
El 98 % de los encuestados informó de precios elevados de los alimentos en los tres meses anteriores a la encuesta, el nivel más alto registrado desde la primera encuesta realizada en 2020.
Por otro lado, en una región que es altamente vulnerable a los fenómenos climáticos, la encuesta concluyó que el 42 % de los hogares se vieron afectados por este tipo de acontecimientos, teniendo un impacto significativo en las actividades de subsistencia sensibles al clima, como en la agricultura y la pesca.
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"En este entorno socioeconómico complejo y vulnerable al cambio climático, es importante que la Caricom y los gobiernos nacionales den prioridad a que los alimentos sean accesibles en medio de estas perturbaciones", aseveró Regis Chapman, representante y director para el Caribe de la Oficina Multipaís del PMA.
Según la investigación, el 65 % de las personas que declararon haber visto afectados sus medios de subsistencia citaron como causa principal la imposibilidad de adquirir los insumos necesarios, siendo los trabajadores domésticos y los agricultores los más afectados.
"La solución sólo puede lograrse mediante esfuerzos regionales conjuntos en la planificación y ejecución de soluciones globales, sostenibles y viables orientadas a aumentar la resiliencia frente a las condiciones climáticas", afirmó David Prendergast, director de Mercado Único y Comercio Exterior de Caricom.
Los resultados de la encuesta resaltan la importancia de cumplir con la agenda de trabajo de la región que tiene como objetivo reducir las importaciones en un 25 % para 2025.
La encuesta se realizó con el apoyo del Gobierno de Canadá, la Unión Europea y la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).