Los participantes pidieron que se retiraran particularmente el Movimiento 23 de Marzo (M23), las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) y las Fuerzas Democráticas para la Liberación del Congo (FDL) en un comunicado publicado a última hora de ayer.
Además, solicitaron la creación de corredores humanitarios para facilitar la asistencia humanitaria.
La cumbre cuatripartita reunió en Luanda a los representantes de la Comunidad de África Oriental (EAC), la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC), la Conferencia Internacional sobre la Región de los Grandes Lagos (CIRGL) y la Comunidad de Desarrollo de África Meridional (SADC), bajo la promoción de la Unión Africana (UA) y la participación de la ONU, así como a varios jefes de Estado africanos.
En la reunión, celebrada con el objetivo de buscar soluciones al conflicto en el este de la RDC, estuvieron presentes los presidentes de Angola, João Lourenço (mediador de UA para el conflicto desatado por el M23 en el noreste congoleño); Zimbabue, Emmerson Mnangagwa; Gabón, Ali Bongo Ondimba; Burindi, Évariste Ndayishimiye; RDC, Félix Antoine Tshisekedi Tshilombo, y el presidente de Comoras y actual presidente de turno de la UA, Azali Assoumani.
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En el comunicado resaltaron "la necesidad de restablecimiento de la autoridad estatal en las áreas ocupadas del este de la RDC, para crear un entorno propicio para el regreso de los refugiados y desplazados internos y para permitir que se celebren elecciones pacíficas en estas áreas".
La cumbre adoptó también un plan conjunto para armonizar las iniciativas de las cuatro organizaciones regionales y de la ONU "de acuerdo con sus instrumentos y decisiones pertinentes" y con "una división clara de responsabilidades y plazos acordados".
En este sentido, la cumbre apoyó la creación de un Grupo de Trabajo de Coordinación Multinivel compuesto por representantes de la RDC, Ruanda, la UA, los presidentes en ejercicio de EAC, CIRGL, SADC y CEEAC, así como la ONU, "centrado en las dimensiones políticas, diplomáticas, militares, humanitarias y socioeconómicas, para facilitar el intercambio continuo de información y promover la coherencia".
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de soldados del Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco), con más de 16.000 efectivos desplegados.
La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables han empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, según el Barómetro de Seguridad de Kivu (KST, en sus siglas en inglés), el extremo oriental de la RDC es campo de batalla de unos 120 grupos rebeldes.
Una fuerza militar regional empezó a desplegarse a finales del año pasado después de la reactivación del M23 en marzo de 2022 tras varios años de calma, y desde entonces este grupo rebelde ha ocupado áreas y localidades estratégicas.
