Recientemente confirmado en el cargo en una reestructuración ministerial por el presidente francés, Emmanuel Macron, Dupont-Moretti ve su continuidad comprometida por esta decisión, aunque la primera ministra, Élisabeth Borne, aseguró hoy que mantiene "toda su confianza" en él.
El propio Dupont-Moretti señaló que tiene previsto mantenerse en el cargo pese a este revés judicial y que, "cuando llegue el momento", acudirá a los tribunales.
El ministro, un reputado abogado antes de su llegada al Gobierno en julio de 2020, fue acusado pocos meses más tarde por la Unión Sindical de Magistrados y por el Sindicato de la Magistratura de aprovecharse de su cargo para saldar cuentas con jueces y letrados a los que se enfrentó cuando ejercía la abogacía.
La Corte de Justicia de la República, instancia que juzga en Francia a los miembros del Ejecutivo, abrió una instrucción y en octubre pasado ordenó que se sentara en el banquillo de los acusados.
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El ministro presentó un recurso en el Supremo contra esa decisión, al considerar que había irregularidades en la instrucción del caso, pero la máxima jurisdicción judicial del país lo ha rechazado.
Dupont-Moretti, conocido por haber estado en algunos de los juicios más mediáticos de Francia, tanto penales como políticos, también fue el defensor de Julian Assange, fundador de Wikileaks.
Ha negado en todo momento las acusaciones de las asociaciones de magistrados y ha asegurado que en sus decisiones al frente del Ministerio de Justicia siempre ha seguido las recomendaciones de su administración.