La investigación sobre las actividades del guardia de Finanzas, la policía que combate los delitos económicos, se inició tras una denuncia del ministro de Defensa después de que el diario Domani publicase que había recibido dinero como consultor de la empresa de armamento Leonardo, lo que generaba un conflicto de intereses, revelan hoy los medios locales.
El fiscal acusa al militar, en virtud de pruebas consideradas inequívocas, de entrar en el sistema informático interno para descargarse documentos de la base de datos SOS, en la que se registran los informes de transacciones sospechosas que el Banco de Italia recibe de las entidades bancarias y envía a la DNA para ser investigados.
El oficial ha sido retirado de ese puesto de trabajo en espera del final de la investigación y el fiscal nacional Antimafia, Giovanni Melillo, ya ha intervenido para reorganizar el sector e intentar evitar que se repitan este tipo de conductas delictivas, según las mismas fuentes.
El pasado otoño, Domani publicó un artículo en el que revelaba que entre 2018 y 2021 el recién nombrado ministro de Defensa, Guido Crosetto, recibió casi dos millones de retribución de Leonardo, lo que según el medio causaba un conflicto de intereses a pesar de ser ganancias legítimas.
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Crosetto, un hombre muy próximo a la primera ministra, Giorgia Meloni, negó ese conflicto y presentó una denuncia ante la Fiscalía de Roma, que posteriormente se trasladó a Perugia.
Los investigadores encontraron en los registros cientos de descargas de la oficina de la ADN, de las que solo una mínima parte acabó en los medios. El militar aseguró que las consultas al sistema se hacían rutinariamente desde su despacho por razones de servicio, aunque no tenía autorización.
