"La falta de atención al sufrimiento sin precedentes en el este del Congo es imperdonable", dijo en un comunicado difundido este miércoles el secretario general del NRC, Jan Egeland, tras visitar la provincia nororiental de Ituri esta semana.
Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en agosto de 2023, aún falta por recaudar alrededor del 70 % de los casi 299 millones de dólares de fondos solicitados por ese organismo para dar respuesta a la crisis en todo el país.
"Grupos armados atacando familias indefensas, mujeres y niñas sufriendo violencia sexual, menores que no pueden ir al colegio, recursos alimentarios agotados rápidamente y falta de agua potable" son algunos de los problemas que sacuden a la población de Ituri y del este de la RDC, explicó Egeland.
Según el NRC, más de 750.000 niños han visto su educación interrumpida en esa provincia en concreto a causa del conflicto entre los grupos armados y el Ejército.
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"Las recientes campañas militares y masacres han provocado una grave emergencia en un contexto de décadas de profunda crisis y abandono", señaló el secretario general de la ONG.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de la ONU en el país (Monusco).
La ausencia de alternativas y métodos de subsistencia estables han empujado a miles de congoleños a tomar las armas y, según el Barómetro de la Seguridad de Kivu (KST, en inglés), el extremo oriental de la RDC es el campo de batalla de unos 120 grupos rebeldes.
Según informó el pasado mes de junio la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), unos 2,8 millones de personas se vieron desplazadas desde marzo de 2022 por la violencia y la crisis humanitaria en las provincias orientales de Kivu del Norte, Kivu del Sur e Ituri.
Así, más de 5,5 millones de personas se han visto desplazadas en total en esos territorios.