El fallo destacó el "trabajo persistente" de esta organización para "defender y promover los derechos de los niños que viven en los territorios palestinos ocupados".
"Durante más de treinta años ha investigado, documentado y buscado la rendición de cuentas por graves violaciones de derechos humanos contra niños", explicó el jurado, que resaltó también cómo ha controlado la actuación de las autoridades israelíes y palestinas.
La DCI fue creada en 1979 y cuenta en la actualidad con cerca de cuarenta secciones nacionales: la palestina abrió en 1991 y dispone de más de 40 empleados y oficinas en Ramala, Gaza, Nablus, Hebrón, Jerusalén Este, Nueva York y Washington.
La sección palestina trabaja "bajo presión extrema y amenazas", denuncia la Fundación Rafto, que recuerda que fue designada en 2021 como una "organización terrorista" por las autoridades israelíes "sin aportar ninguna evidencia para justificar su acusación".
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La Fundación Rafto ha premiado anualmente desde 1987 a defensores de los derechos humanos y la democracia, entre los que figuran cuatro personas que luego recibieron el Nobel de la Paz: la birmana Aung San Suu Kyi, el timorense José Ramos-Horta, el surcoreano Kim Dae-jung y la iraní Shirin Ebadi.
El premio, dotado con 20.000 dólares y que se entregará en Bergen (oeste de Noruega) el 12 de noviembre, lleva el nombre del profesor Thorolf Rafto, que dedicó su vida a defender la democracia y los derechos humanos.
