El ahora procesado habría participado en el secuestro de un hombre el pasado 29 de marzo, en el sector de Sauces 9, en el norte de Guayaquil, a quien -horas más tarde- le colocaron explosivos adheridos a su cuerpo, presumiblemente con el objetivo de asaltar el negocio donde trabajaba.
En el desarrollo de la audiencia evaluatoria y preparatoria de juicio, el fiscal de la Unidad Nacional Especializada de investigación contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Unidot) presentó el dictamen acusatorio y el anuncio de prueba.
La Fiscalía explicó que la víctima salió de su lugar de trabajo -un local dedicado a la venta de joyas- y fue interceptado por un vehículo, del cual se bajaron tres personas y lo ingresaron a la fuerza al automotor.
"El hombre fue secuestrado y trasladado a un inmueble donde lo agredieron físicamente, mientras le pedían información sobre el funcionamiento del negocio. También, bajo amenazas, le exigieron que entregue las claves de la caja de fuerte", relató la Fiscalía en un comunicado.
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Al día siguiente -añadió- le colocaron explosivos y lo dejaron afuera de la joyería, con la consigna de que ingrese al lugar e informe mediante una llamada telefónica a los secuestradores, que luego llegarían al sitio para consumar el robo.
No obstante, la víctima alertó al guardia de seguridad de lo que ocurría, quien luego llamó al servicio integrado de emergencias ECU 911 y contó lo sucedido, por lo que agentes de la Policía Nacional ejecutaron un operativo que logró desactivar los explosivos y la liberación de la víctima.
El delito de terrorismo está tipificado en el código penal ecuatoriano con una pena privativa de libertad de diez a trece años.