"Es casi imposible pensar en una verdadera democracia sin medios de comunicación diversos e independientes que actúen como 'perros guardines públicos' y que generen un debate público", señala en un comunicado la secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejčinović Burić.
La secretaria general explica que, "con esta campaña, pretendemos ayudar a los gobiernos a proteger a los periodistas para que puedan hacer su trabajo sin interferencias indebidas, sin intimidaciones ni violencia y desempeñar así su papel esencial en la sociedad".
En la práctica, el objetivo es que los países miembros adopten planes de acción específicos para la protección de los profesionales de la información y un refuerzo de los estándares institucionales y legales.
Además, se trata de que haya recursos efectivos disponibles en esos mismos países para afrontar las violaciones de la libertad de los medios y que cuando se produzcan delitos contra los periodistas mejore la investigación y se garantice que los autores sean sancionados adecuadamente.
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Los hechos muestran que las cosas han ido a peor en los últimos años y que, según el propio Consejo de Europa, hay un "incremento de los casos de violencia e intimidación contra los periodistas y de impunidad de los autores".
Desde la puesta en marcha en 2015, su plataforma para la protección del periodismo ha registrado más de 1.600 alertas por ataques contra la seguridad de los periodistas y contra la libertad de prensa.
La iniciativa va dirigida en primer lugar a los propios periodistas, a organismos activos en la promoción de la libertad de prensa y a los medios de comunicación, pero también a jueces, fiscales, fuerzas del orden y responsables políticos.
Igualmente llegará a un público más amplio y con ese fin está prevista la organización de eventos temáticos.
Esta campaña, la primera de este tipo del Consejo de Europa en favor de la libertad de prensa, tiene su origen en una reunión ministerial que se celebró en Chipre hace dos años.
Se asienta en una recomendación del Comité de Ministros -el máximo órgano de decisión de la organización- de 2016 que ha sido completada con una guía práctica de implementación sobre "cómo proteger a los periodistas y a otros actores de los medios".