"Hemos visto un aumento de las llegadas. Estados vigilando de cerca la situación", señaló la portavoz comunitaria en la rueda de prensa diaria de esa institución.
El repunte migratorio sin precedentes desde 2020 de las últimas semanas en Canarias continuó este fin de semana y dejó escenas como la de doscientos migrantes subsaharianos durmiendo en un muelle ante la falta de espacio en los centros de acogida.
Solo el pasado viernes más de mil migrantes de origen subsahariano llegaron a Canarias en trece cayucos, de los cuales seis arribaron a la isla de El Hierro, cuatro a la isla de Tenerife y otros tres a la isla de Gran Canaria, según fuentes de Salvamento Marítimo.
La isla de El Hierro, la más pequeña y occidental del archipiélago canario, situada a más de 1.000 kilómetros de la costa africana, se convirtió en la última semana en el destino de muchas de estas precarias embarcaciones que llegan hacinadas, transportando también a muchos menores.
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La situación en esta isla de algo más de 11.000 habitante, obligó a derivar a cientos de migrantes hacia la vecina y mayor Tenerife.