Las fuerzas policiales detuvieron a 12 sospechosos de “acciones terroristas” y la alcaldía decretó el “estado de atención”, el tercer nivel en una escala de cinco por los desastres causados.
El gobernador del estado de Rio de Janeiro, Claudio Castro, dijo que la quema de buses fue la “dura” respuesta de grupos criminales luego de que las fuerzas policiales dieran esta mañana “un duro golpe a una de las mayores milicias de la zona oeste” de la ciudad.
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La operación acabó en la muerte de alias Faustão, un sobrino y “mano derecha” de Zinho, un presunto jefe de milicias en la zona oeste de Río. Según Castro, Faustão “era conocido como ‘señor de la guerra’, responsable por la guerra de la facción y por la unión entre tráfico y milicias, creando las narcomilicias”.
