Según la agencia oficial de noticias Wafa, un palestino de 18 años murió esta madrugada por disparos israelíes en una operación del Ejército en el campo de refugiados de Balata, en la urbe de Nablus, situada en el norte de territorio cisjordano y uno de los bastiones de milicias palestinas. Además, otros tres fueron heridos de bala.
De acuerdo con la misma fuente, tropas israelíes allanaron varios domicilios en el campo y arrestaron a nueve personas, mientras que causaron daños materiales en calles y un monumento del campo.
Además, en otra operación a la aldea de Burqa, un palestino de 46 años murió por fuego de fuerzas israelíes, que también hirieron a tres personas, según la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
A su vez, como va sucediendo día tras días, el Ejército arrestó hoy a al menos otros setenta palestinos en otros lugares de Cisjordania como el área de la ciudad de Yenín, también en el norte.
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También detuvo a más de una quincena de personas en la gobernación de Hebrón, y realizó también arrestos en Jerusalén Este, en la zona del distrito de Ramala o en la urbe de Qalqiliya. En esta última ciudad del noroeste cisjordano se llevó a más de treinta arrestados.
Israel y Cisjordania viven su mayor escalada de violencia en dos décadas, que se ha intensificado aún más desde el estallido de la guerra entre el Ejército israelí y Hamás el pasado 7 de octubre.
En lo que a de 2023, unos 438 palestinos han muerto por fuego israelí en Cisjordania, 227 de ellos desde el 7 de octubre.
A su vez, desde esta fecha Israel arrestó a casi 2.000 palestinos, al menos 1.100 de ellos sospechosos de tener lazos con Hamás.
Israel tomó control de Cisjordania en 1967, y desde entonces mantiene un largo régimen de ocupación militar y colonización sobre este territorio.
