"El mundo está observando", dijo el monarca maorí Kiingi Tuuheitia, anfitrión del evento, en la sede del Kiingitanga o movimiento monárquico maorí en la localidad de Ngaruawahia, en la Isla Norte, según publica hoy Radio New Zealand.
Kiingi Tuuheitia aseguró en un discurso que el Gobierno sería "idiota" si subestimara de lo que los maoríes son capaces, y recordó que las naciones indígenas de todo el mundo apoyan su causa.
Según el movimiento monárquico maorí, se trata de la mayor congregación de la comunidad en casi dos décadas, desde una reunión ocurrida en 2006.
Representantes de las iwis (tribus) de todo el país dieron hoy sus puntos de vista con respecto a iniciativas gubernamentales que denuncian que desoyen sus intereses y menoscaban sus derechos, con el objetivo de buscar soluciones comunes que exponer al Ejecutivo.
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La reunión fue atendida no solo por maoríes, lo que, según el monarca indígena, envía al Gobierno un "fuerte mensaje" que "no será capaz de ignorar", anticipando más encuentros en otras partes del país.
El cónclave responde a una convocatoria del movimiento monárquico maorí a finales de año para invitar a las iwis a que se congregaran para "unificar la nación y garantizar que todas las voces sean escuchadas cuando se haga rendir cuentas al nuevo Gobierno".
El nuevo Ejecutivo fue conformado en noviembre del pasado año mediante una coalición entre el conservador Partido Nacional, liderado por el primer ministro, Christopher Luxon, junto al nacionalista Nueva Zelanda Primero y la formación de derecha liberal Asociación de Consumidores y Contribuyentes.
Desde entonces, la coalición gubernamental ha anunciado al menos una docena de políticas que tendrían un impacto directo en la vida de los maoríes, como revertir una ley antitabaco -cuando la población indígena es la que registra los mayores índices de tabaquismo- o minimizar el uso del maorí en las entidades públicas.
También han anunciado pasos hacia una posible revisión del Tratado de Waitangi, que data de 1840 y defiende los derechos de los maoríes neozelandeses.
Estas medidas han llevado a varias tribus a presentar demandas contra el gobierno en el Tribunal de Waitangi, una comisión creada en 1975 para investigar las quejas presentadas por maoríes contra el Ejecutivo.
Fundado en 1858, el Kiingitanga tiene un rol ceremonial y surgió como un intento de unir a las tribus maoríes bajo un soberano, con el objetivo de preservar la cultura y la tierra maoríes frente a la colonización británica.
Luxon, que se reunió el lunes con el soberano maorí, no asistió a la cita "porque no es un evento político".
A la cita maorí, donde todos los participantes pueden tomar la palabra y con la última convocada en 2012, seguirán tres semanas de diversos actos en los que se debatirá sobre los derechos de los grupos indígenas.
