“Esperamos que haya un diálogo para superar la situación actual”, dijo Guterres en una rueda de prensa posterior a la ceremonia de apertura de la III Cumbre del Sur del Grupo de los 77 (G77) + China en Kampala.
“Siempre nos guiamos por nuestros principios de unidad, soberanía e independencia de los países, incluida Somalia”, aseguró el jefe de las Naciones Unidas en la capital de Uganda.
Las tensiones empezaron el pasado día 1, cuando las autoridades de Etiopía y Somalilandia firmaron un acuerdo para garantizar el acceso de Etiopía, un país sin litoral, al mar Rojo.
El pacto permitiría a Adís Abeba obtener una base naval permanente y servicio marítimo comercial en el golfo de Adén por medio de un acuerdo de arrendamiento de veinte kilómetros de costa durante cincuenta años.
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A cambio, según el presidente de Somalilandia, Muse Bihi Abdi, Etiopía reconocería ese territorio internacionalmente como un país independiente, si bien Adís Abeba ha matizado que todavía debe evaluar esa petición.
El presidente de Somalia, Hassan Sheik Mohamud, consideró ilegal ese pacto y lo anuló.
Tanto la Unión Africana (UA), como la Unión Europea (UE) y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) -un bloque de ocho países de África oriental- han pedido una desescalada de las tensiones por medio del diálogo.
Los líderes de la IGAD, de hecho, se reunieron este jueves en la ciudad de Entebbe, a unos treinta kilómetros de Kampala, para analizar ese contencioso, entre otros problemas.
Al término de esa cumbre extraordinaria, los mandatarios de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo remarcaron que Etiopía no puede firmar acuerdos con Somalilandia sin la aprobación de Somalia.