Según detalló, "durante la jornada se identificaron varios disparos" de proyectiles que cayeron en campo abierto en el norte de Israel, mientras que entre las posiciones de Hizbulá que las fuerzas israelíes atacaron están "complejos militares, puestos de observación y sitios militares", así como "un centro de mando" y ataques contra otros puntos "con tanques y artillería".
Hizbulá reivindicó ayer 7 ataques con cohetes y misiles hacia Israel, además de confirmar la muerte de cuatro milicianos en los ataques de represalia de Israel, que se dirigieron a puestos militares de la milicia chií en Blida, Marwahin y Ayta ash Shab.
De momento, el grupo chií no se ha atribuido ningún ataque hoy.
El Ejército israelí también informó de que ayer derribó un dron que se dirigía hacia su territorio, mientras que la Brigada Paracaidista del Comando Norte del Ejército llevó a cabo varios entrenamientos con fuego real y guerra urbana "para mejorar la preparación para el combate".
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El riesgo de una confrontación abierta entre Israel y Hizbulá es cada vez más elevado después de 113 días de hostilidades y creciente intercambio de fuego en la frontera, que vive su mayor pico de tensión desde la guerra de 2006 y donde ya han muerto más de 230 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 171 bajas en sus filas, algunas de ellas en Siria.
En Israel han muerto 18 personas en la frontera norte, 12 soldados y 6 civiles; mientras que en Líbano han fallecido al menos 215 personas, incluyendo unos 20 integrantes de milicias palestinas, un soldado y 23 civiles -entre ellos tres niños y tres periodistas-, además de los milicianos de Hizbulá.