"Bielorrusia debe facilitar a las víctimas una reparación completa, adecuada y proporcional a la gravedad de las violaciones de sus derechos, así como proporcionar servicios de salud adecuados para hacer frente a las consecuencias negativas para la salud sufridas, tanto físicas como psicológicas", indicó el Comité.
Las denunciantes, dos mujeres que fueron recluidas entre 12 y 14 días en dos centros de detención del país, recurrieron al organismo de Naciones Unidas después de que varios tribunales locales desestimaran sus denuncias sobre las condiciones y la discriminación por motivos de género vividas en los centros de detención de Minsk y de la ciudad de Zhodzina, al noreste de la capital bielorrusa.
Durante su reclusión en el centro de Minsk, las denunciantes afirmaron haber sido videovigiladas las 24 horas del día mientras realizaban tareas como cambiarse de ropa, lavarse o ir al baño, además de ser observadas a través de las mirillas de las puertas de las celdas.
Más tarde, fueron trasladadas al centro de detención de Zhodzina, donde denunciaron que se les privó de higiene y suministros básicos como jabón o papel higiénico, además de que las instalaciones de las celdas carecían de paredes o mamparas que les proporcionaran intimidad.
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Una de las denunciantes también denunció haber sido obligada a desnudarse y hacer abdominales mientras estaba en huelga de hambre en este centro de detención.
Tras valorar las demandas presentadas, el Comité de la ONU concluyó que la vigilancia constante en el centro de detención de Minsk a través de cámaras de vídeo instaladas en las celdas bajo la vigilancia de guardias varones constituyó un "trato abusivo que violó la intimidad, dignidad y derechos" de las demandantes.
La resolución del Comité también indicó que las dos víctimas estaban recluidas en condiciones "deficientes, antihigiénicas y degradantes" en ambos centros de detención.
"Sus necesidades específicas como mujeres, incluidas las fisiológicas y médicas, no se tuvieron en cuenta y constituyeron discriminación por motivos de género", añadió en el comunicado emitido el miembro del Comité y abogado azerbaiyano Elgun Safarov.
La falta de protección de la dignidad, privacidad, seguridad física y psicológica de las víctimas durante su reclusión constituyeron "violaciones" en virtud de la Convención de Ginebra, indicó Safarov.
"El Comité considera que el trato abusivo por parte del personal penitenciario masculino, incluida la injerencia injustificada en su intimidad, equivale a discriminación", declaró.
