Tal y como se esperaba, el primer ministro en funciones, Nikolay Denkov, de la alianza reformista y europeísta PP-BD, devolvió hoy de forma inmediata el encargo para formar un nuevo Gobierno que le entregó el presidente del país, Rumen Radev.
Se trató de un acto "pro forma", declaró el político, que asumió la jefatura del Gobierno hace nueve meses, "debido al evidente deseo de la coalición GERB-DPS (conservadora y populista) de que se celebren nuevas elecciones".
Hace menos de un año, el 3 de abril de 2023, tuvieron lugar los anteriores comicios legislativos, los quintos en dos años en los que hubo doce intentos fallidos de constituir un Ejecutivo.
El bloqueo político que arrastraba el país por la fragmentación y el enfrentamiento entre las diferentes fuerzas por diversos temas, como la invasión rusa de Ucrania y la corrupción, parecía haberse resuelto en junio, cuando los dos mayores partidos, el GERB-DPS y el PP-BD, acordaron turnarse cada nueve meses para ocupar el cargo de primer ministro.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
En línea con ese pacto, se formó un gabinete integrado por miembros de los antiguos rivales bajo el liderazgo de Denkov, quien a su vez se comprometió a dimitir el 6 de marzo para ser sustituido por la viceprimera ministra y ministra de Exteriores, María Gabriel, perteneciente al GERB y excomisaria europea.
Sin embargo, la planeada rotación fracasó el pasado lunes, aparentemente por falta de acuerdo tanto sobre los nombramientos de varios ministros como sobre el programa de gobierno para los próximos meses, razón por la que Gabriel renunció a ser candidata para encabezar el nuevo gabinete.
El presidente deberá aún encargar la formación del Gobierno al líder de uno de los restantes partidos del Parlamento, pero se da por descontado que este tercer último intento previsto por la ley fracase debido al poco apoyo que tienen esas formaciones.
Tras ello, el jefe del Estado puede nombrar a un primer ministro interino entre 10 personas concretas, como el presidente del Parlamento o el gobernador del Banco Nacional Búlgaro (BNB), para encabezar un Ejecutivo técnico.
Dado que esta última posibilidad es una novedad para el país porque fue introducida como enmienda constitucional el año pasado, su viabilidad está aún por verse.
De fracasar también, los búlgaros volverán a ser convocados a las urnas.
Radev ha advertido del riesgo de que la crisis política se vuelva crónica en este país, el más pobre de la Unión Europea, miembro de la OTAN y aspirante a entrar tanto en el espacio Schengen de libre circulación como en la zona del euro.
El presidente avanzó que convocará a todos los líderes políticos en un plazo de hasta 10 días para intentar buscar una solución.
Mientras, los medios búlgaros especulan ya con que los nuevos comicios podrían celebrarse el 9 de junio, junto con las elecciones al Parlamento Europeo.