La nave Mare Jonio llegó este sábado a la localidad siciliana de Pozzallo, donde desembarcó a 56 inmigrantes salvados en el mar, pero en el puerto se notificó a la ONG el bloqueo de su nave durante 20 días y la multa de 10.000 euros por sus actividades.
"Ante la acción criminal de los libios, que no tienen el deber de socorrer sino de capturar y deportar a hombres, mujeres y niños en el Mediterráneo central y devolverlos al infierno del que tratan de escapar, (...) la respuesta del Gobierno italiano es sancionar a la Mare Jonio", lamentó en una rueda de presa a bordo del buque de salvamento el fundador de Mediterranea, Luca Casarini.
La ONG italiana había denunciado el jueves que su barco fue atacado con disparos por una patrullera de la Guardia Costera libia mientras se disponía a asistir a un patera en peligro, nada más empezar su decimosexta misión de salvamento en el mar.
Fueron momentos de gran tensión en alta mar, con los guardacostas libios disparando con sus ametralladoras, y algunos inmigrantes llegaron incluso a tirarse al agua presos del pánico.
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El jefe de misión, Denny Castiglione, se preguntó este sábado "dónde está el Gobierno italiano", presidido por la ultraderechista Giorgia Meloni y que critica frecuentemente las operaciones de estas ONG, culpándolas del aumento del flujo migratorio.
"Esperábamos que alguien del Gobierno italiano viniera aquí para escucharnos porque una nave italiana ha recibido ráfagas de balas", criticó Castiglione.