Según el comunicado, el primer ministro, Kristen Michal, dijo que el plan de controles aduaneros elaborado por los ministerios de Finanzas e Interior era necesario porque Estonia debe hacer todo lo posible para impedir el transporte de mercancías sancionadas a través de Estonia y reforzar la seguridad del país.
"Desgraciadamente, los intentos de ignorar las sanciones y el transporte de mercancías prohibidas por nuestras fronteras continúan, al igual que la brutal guerra lanzada por Rusia contra el país y el pueblo de Ucrania", señaló.
Michal afirmó que al aplicar controles comerciales completos se puede "dificultar la evasión de las sanciones y dificultar a Rusia el suministro a su maquinaria bélica".
En lugar del actual control basado en el riesgo, es decir, controles aleatorios, llevar a cabo un control aduanero completo llevará más tiempo, y se espera que disminuya el número de cruces fronterizos en dirección a Rusia, según el comunicado del Gobierno.
Las empresas de autobuses y de transporte de mercancías han sido informadas de los nuevos controles aduaneros.
Esto significa que para un viajero que cruza la frontera a pie, el control aduanero completo implica comprobar a cada persona y su equipaje. Si el viajero cruza la frontera en coche, el medio de transporte y las mercancías también serán controlados.
A los pasajeros de autobús se les pedirá que bajen con su equipaje y pasen por el mismo control aduanero que los peatones. También se controlarán todos los cargamentos de mercancías.
Los nuevos y estrictos controles aduaneros supondrán aún más retrasos y colas en uno de los principales pasos fronterizos de Narva, preferido por los viajeros que no pueden volar a Rusia porque las principales aerolíneas europeas han interrumpido el servicio a las ciudades rusas.
Los medios de comunicación estonios informaron de que, en los últimos días, viajeros con destino a Rusia procedentes de diversos países hacían cola en el paso fronterizo de Narva, a menudo cargados de equipaje y esperando hasta seis horas para cruzar la frontera.
Aunque la mayoría son ciudadanos rusos que viven o estudian en el extranjero, el tránsito por Estonia es también una opción para otros que buscan la forma aparentemente más rápida y barata de entrar en Rusia desde el extranjero.
Según un reportaje de la radiotelevisión pública de Estonia, se pueden ver hasta 300 personas al mismo tiempo haciendo cola para entrar en Rusia.