Los ministros de Economía, Marcelo Montenegro, y de Desarrollo Productivo, Félix Huanca, anunciaron por separado esas medias aprobadas en la reunión de gabinete que lideró esta jornada el presidente, Luis Arce.
El titular de economía señaló que la primera medida busca sumar al sector privado a la producción de biosdiésel, de forma que "pueda importar con gravamen arancelario cero maquinaria y factorías".
Montenegro dijo que el incentivo está "asociado a la nueva producción" de cultivos de soya, cusi, totaí y otras plantas destinadas a la generación de biocombustible, para que el producto se venda a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
"Esto va a permitir que, gradualmente, el país sea menos dependiente de la importación de diésel", mencionó.
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El ministro estimó que con esto, en los próximos meses los sectores privados puedan instalar unas cinco o seis fábricas, de unos 30 millones de dólares cada una, para producir entre 40 a 80 millones de litros de biodiésel.
"Estaríamos hablando de una sustitución (a la importación de diésel) de un 50 % solamente por parte de privados", aseguró.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, comunicó que se aplicará el "gravamen arancelario cero" a la importación de trigo y harina de trigo hasta el 31 de diciembre.
Huanca afirmó que las "afectaciones climáticas" y la "especulación" causaron el incremento del costo de la producción nacional de trigo que se cotice entre los 470 y 490 dólares por tonelada".
"Es muy inusual estos costos de acopio que existen porque estos niveles de precios en Bolivia nunca han sido tan altos", lamentó.
El ministro señaló que los precios de la tonelada de trigo y harina de trigo en Estados Unidos o Argentina están entre los 257 y 270 dólares, por lo que la medida del arancel cero permitirá importar estos productos "a mejores precios".
Asimismo, dijo que el Gobierno inició la importación de 60 mil toneladas de trigo a las que se sumarán otras 12 mil que realizarán empresas del sector privado, que se entregarán a los panificadores y así mantener el precio del pan.
Bolivia demanda anualmente aproximadamente de 1,1 millones de toneladas (11 millones de quintales) de trigo y harina de trigo, de las que el 75 % se destinan al sector panificador.
En las últimas semanas, Bolivia ha sentido la falta de abastecimiento de combustibles, que coincide con la escasez de dólares que sufre el país desde marzo del año pasado y que originó una serie de restricciones a la emisión de la divisa en el sistema financiero.
