"El canciller explicó las medidas de política migratoria iniciadas por el Gobierno Federal y otras consideraciones para reducir la migración irregular en el marco del ordenamiento jurídico europeo", señaló el Gobierno alemán en un comunicado, en el que se indicó que Scholz y Tusk acordaron la necesidad de abordar desafíos como la inmigración de forma conjunta.
Ambos líderes "acordaron que los retos de la migración irregular y las actividades de contrabando solo pueden abordarse conjuntamente y que es esencial una estrecha cooperación entre los socios europeos".
Scholz y Tusk coincidieron en que mantendrán un "diálogo estrecho" para abordar estas cuestiones.
Además, manifestaron su acuerdo en "reforzar la protección de las fronteras exteriores de Europa, especialmente a la vista de la cínica instrumentalización de los migrantes por parte de Bielorrusia", uno de los problemas que tensa desde hace años la relación entre Varsovia y Minsk.
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La llamada telefónica de Scholz se produjo tres días después de que Tusk calificara el martes de "inaceptable" la decisión de Berlín de reinstaurar controles fronterizos terrestres con sus vecinos.
El lunes, el Gobierno alemán anunció la instauración de controles fijos y móviles en sus fronteras con Francia, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca y Luxemburgo, que se sumarán a los ya existentes en los límites con Polonia, República Checa, Suiza y Austria, en sus esfuerzos para reducir las entradas ilegales de inmigrantes en el país.