Scotland Yard aclaró que no es posible imputar al empresario, debido a que falleció en 2023 a los 94 años, pero revisarán todas las denuncias recibidas para ver si alguno de sus colaboradores cometió también algún delito.
El comandante Stephen Clayman animó a que les contacten las víctimas del millonario egipcio que aún no lo hayan hecho, y señaló que habrá un equipo de agentes especializados dedicado a atenderlas.
"Entiendo que durante años muchas personas buscaron respuestas en relación con este caso. Haremos todo lo posible para informar de nuestros progresos, pero es fundamental que lleguemos hasta el fondo y de la manera correcta", declaró el agente en un comunicado.
El actual director de los almacenes de lujo londinenses, Michael Ward, nombrado por Mohamed Al Fayed en 2005, aseguró previamente que "no era consciente de la criminalidad y abusos" del entonces propietario, acusado por más de 20 empleadas de violaciones y agresión sexual.
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Ward dijo en un comunicado que es evidente que el magnate, propietario de los almacenes entre 1985 y 2010, "presidió sobre una tóxica cultura de secretismo, intimidación, miedo a las represalias y mala conducta sexual".
Admitió en la nota que "había rumores en el dominio público sobre su comportamiento", pero señaló que "ni la Policía, ni la Fiscalía ni los canales internos" le plantearon cargos o alegaciones concretas. "Si los hubiera recibido, por supuesto habría actuado de inmediato", aseguró.
Los abogados de las víctimas preparan una demanda civil contra los grandes almacenes, a los que acusan de auspiciar un sistema de colaboración y encubrimiento para Al Fayed, que involucró a médicos que examinaban ginecológicamente a las empleadas, trabajadores de recursos humanos y personal de seguridad.