El primer ejemplar fallecido fue hallado en el Seno Glacier, situado en la Reserva Nacional Kawésqar, el 29 de octubre; y el segundo en el Parque Nacional Laguna San Rafael, el día 30 de octubre, cerca de los centros de cultivo de salmones de las compañías Australis Mar y Cooke Aquaculture.
"Estas acciones tienen por finalidad que se realicen todas las diligencias necesarias para determinar si en los hechos existe delito asociado, ya sea por Ley de Pesca o cualquier otro tipo de infracción, para establecer así las responsabilidades que correspondan", señalaron desde el Ministerio de Medio Ambiente.
"Las ballenas tienen un rol fundamental para el bienestar de los ecosistemas marinos, además de ser ingenieras de ecosistemas con un importante rol en la mitigación del cambio climático, ya que capturan carbono. En Chile además están protegidas por la Ley 20293 que protege a los cetáceos", puntualizó el organismo a través de un comunicado.
Tras conocerse los hallazgos, la ONG Greenpeace planteó "serias dudas con respecto a las posibles responsabilidades" de las empresas salmoneras.
En esa línea, la organización subrayó su preocupación en tanto no es el primer caso de esta naturaleza.
Australis Mar dio cuenta el mayo de 2020 al Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) del hallazgo de una ballena muerta y enmallada en uno de sus centro de cultivo de salmones emplazado en el sector de isla Matilde, en la Región de Aysén.
"Nos parece grave que ballenas u otras especies mueran al interior de áreas protegidas, lugares que, en rigor, han sido creados para asegurar la preservación y conservación de la biodiversidad que los habita", afirmó la vocera de Greenpeace, Silvana Espinosa.
"Sin embargo, estos eventos evidencian que esa protección es sólo una ilusión, muy distante de la realidad. Esperamos que las autoridades investiguen estos casos, establezcan a la brevedad las causas de muerte y se tomen las medidas necesarias para velar por la protección de la biodiversidad de la zona. Este tipo de situaciones no pueden quedar impunes", enfatizó.
De acuerdo con la ONG, el 50 % de los centros de cultivo de salmones en la región de Magallanes, en el extremo sur de Chile, ha presentado condiciones anaeróbicas (pérdida parcial o total de oxígeno).
Chile es el segundo exportador mundial de salmón, después de Noruega, y la salmonicultura, que se desarrolló con fuerza durante la dictadura (1973-1990), es la tercera industria en el país que más exporta tras el cobre y el litio.