"Venezuela transmite su solidaridad al Gobierno sirio y su presidente, Bachar al Asad, apoyando la aplicación de las acciones necesarias para restablecer la paz y tranquilidad en todo su territorio, las cuales han sido emprendidas por el Ejército de Siria y garantizarán la soberanía e independencia de este hermano país", dijo la Administración de Nicolás Maduro en un comunicado.
Asimismo, exhortó a la comunidad internacional a condenar "el continuado uso del terrorismo" contra Siria, además de exigir "el cese inmediato del apoyo prestado por las grandes potencias occidentales y el régimen de (el primer ministro de Israel, Benjamín) Netanyahu, que siguen intentando desestabilizar toda la región del Asia Occidental, y se han convertido en la mayor amenaza a la paz regional y global".
Luego de publicar el comunicado, el canciller venezolano, Yván Gil, informó de una conversación telefónica con su homólogo sirio, Bassam Sabbagh, durante la que envió un "abrazo solidario" de parte del mandatario Nicolás Maduro a Al Asad y su pueblo.
La alianza islamista Organización para la Liberación del Levante y facciones armadas respaldadas por Turquía afianzaron este sábado el control de casi toda la ciudad de Alepo, en el norte de Siria, y de la provincia vecina de Idlib, tras cuatro días de ofensiva contra el Ejército del presidente sirio.
La ofensiva, lanzada el pasado miércoles tras días de intensos bombardeos contra el bastión de las facciones proturcas, Idlib, ha provocado hasta el momento un saldo de unos 350 muertos en ambos bandos, entre los que se encuentran una cuarentena de civiles, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Esta es la primera vez que los rebeldes entran en la ciudad de Alepo desde que fue tomada por el Ejército de Al Asad en 2016, mientras que la escalada de la violencia y el rápido avance de estas facciones consideradas "terroristas" por Damasco y su aliado Rusia representan el mayor reto para el Gobierno sirio desde 2020.