“Esta situación puede ser una oportunidad para que en el futuro en Siria se puedan dar condiciones de vida mejores que con el gobierno de Al Asad”, dijo el primer ministro checo, Petr Fiala.
En la República Checa hay actualmente entre 2.000 y 3.000 refugiados sirios, que llegaron tras la guerra civil en el país de Oriente Medio, que comenzó en 2011 con protestas antigubernamentales.
La República Checa es el único país europeo que mantuvo en funcionamiento su embajada en Damasco durante toda la guerra.
“La situación no es sencilla y esa cuestión es aún prematura”, dijo el mandatario checo sobre el futuro de la legación diplomática tras la caída del régimen.
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Varios países europeos, como Alemania o Austria, anunciaron el lunes que ante los cambios en Siria suspenden por ahora los trámites de nuevas solicitudes de asilo de ciudadanos sirios, en el caso austríaco incluso de reagrupación familiar.