"Estamos tal vez a pocas horas de un acuerdo posible", dijo Faure en una entrevista con el canal BFMTV, en la que no quiso desvelar el contenido del compromiso en el que trabajan, más allá de que han hecho una propuesta después de que el último encuentro en persona con Bayrou anoche terminara sin acuerdo.
El líder socialista explicó que cuando terminaron esa reunión a las 20.00 hora local (19.00 GMT) advirtieron que "si no había acuerdo, nos veríamos obligados a censurar", pero también que las dos partes decidieron que iban a seguir discutiendo y en el marco de esas discusiones han presentado su nueva propuesta.
Aunque no quiso dar a conocer los detalles de esa iniciativa, reconoció que la cuestión central es la exigencia de que se suspenda la aplicación de la reforma de las pensiones de 2023, adoptada sin voto parlamentario y con una fuerte oposición en la calle, que retrasa progresivamente la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años.
El primer secretario del PS justificó la exigencia de la suspensión "porque es la garantía de que habrá una negociación que no sea una maniobra de distracción".
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
"Tiene que haber garantías de que se pondrá todo encima de la mesa, incluida la edad de jubilación", añadió Faure, que hizo hincapié en que se quiere implicar en esas discusiones a los interlocutores sociales, sindicatos y patronal.
Para los socialistas, el objetivo no es simplemente derogar la reforma de las pensiones de 2023, sino encontrar una fuente de financiación alternativa en sustitución del retraso de la edad de jubilación, lo que equivale a unos 15.000 millones de euros anuales en el horizonte de finales de esta década.
Todas estas discusiones se están llevando a cabo a pocas horas del discurso de política general que pronunciará a partir de las 15.00 hora local (14.00 GMT) el centrista Bayrou ante la Asamblea Nacional para presentar las prioridades de su Gobierno, nombrado el pasado 23 de diciembre.
El primer ministro se apoya en una frágil coalición de centro derecha que no tiene mayoría parlamentaria y que corre el riesgo de ser tumbado por una moción de censura, como le ocurrió al anterior Ejecutivo, del conservador Michel Barnier, que cayó a comienzos de diciembre tras menos de tres meses de vida.
La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon anunció que tiene intención de presentar una moción de censura inmediatamente después del discurso de política general de Bayrou, pero para que prospere sería necesario, como en diciembre, que la votara toda la izquierda -socialistas incluidos- y la extrema derecha de Marine Le Pen.
Faure señaló que si hay acuerdo, los socialistas se comprometen a no censurar el Gobierno de Bayrou en los debates sobre los presupuestos de 2025, pero también advirtió que si el Ejecutivo vinculara su futuro a la extrema derecha "la censura sería inmediata".
"Desde el momento en que busquen su supervivencia con la extrema derecha, eso será una línea roja", advirtió después de hacer hincapié, para ejemplificarlo, en que no aceptarán que se intente retomar disposiciones contra la inmigración que fueron censuradas hace un año por el Consejo Constitucional en una ley que recibió el apoyo del partido de Le Pen.
