Tribunal de apelación finlandés mantiene en vigor la confiscación del petrolero Eagle S

Helsinki, 4 feb (EFE).- El Tribunal de Apelación de Helsinki decidió este martes mantener en vigor la confiscación cautelar del petrolero Eagle S, sospechoso de dañar cinco cables submarinos en el mar Báltico, tras rechazar el recurso de la naviera propietaria para que fuese puesto en libertad.

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La Oficina Nacional de Investigación de Finlandia (KRP) confiscó el buque el pasado 28 de diciembre como presunto autor de un posible acto de sabotaje contra el cable submarino de alta tensión Estlink 2 entre Finlandia y Estonia y cuatro cables de telecomunicaciones cercanos.

La naviera dubaití Caravella LLC, dueña del petrolero, solicitó a la justicia finlandesa que revocara la confiscación del buque, alegando que no existen argumentos jurídicos que justifiquen esa medida, pero el Tribunal de Distrito de Helsinki desestimó su demanda.

Tras interrogar a la tripulación y realizar las pesquisas preliminares, la KRP impuso una prohibición de salir del país nórdico al capitán del petrolero y otros ocho tripulantes como presuntos autores materiales del incidente.

No obstante, uno de ellos fue eximido de la prohibición posteriormente, según explicó este lunes la KRP a medios locales.

Las investigaciones realizadas hasta la fecha indican que la rotura de los cables submarinos fue causada por una de las anclas del Eagle S, que fue hallada en el fondo marino junto a los cables dañados.

En cambio, no se ha encontrado de momento ninguna prueba de que se trate de un sabotaje ni de que Rusia esté detrás del incidente, como se sospechó inicialmente.

Las autoridades finlandesas calculan que las investigaciones pueden durar aún varios meses y han declinado hacer comentarios hasta que concluyan.

En el último año han resultados dañadas en extrañas circunstancias varias infraestructuras submarinas en la región del Báltico, lo que ha motivado la apertura de distintas investigaciones en Suecia, Finlandia, Lituania y Letonia.

La OTAN y nueve países ribereños del Báltico acordaron hace unas semanas en Helsinki lanzar una nueva misión, bautizada "Baltic Sentry" o "Centinela Báltico", para proteger con barcos, aviones, drones navales y otros medios la infraestructura submarina crítica en la zona.

Las sospechas se dirigen a la denominada "flota rusa en la sombra", formada por barcos que Rusia usa para eludir las sanciones occidentales contra sus exportaciones de petróleo por la invasión de Ucrania.

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