Scholz defendió sus propuestas de un bono "made in Germany" para atraer nuevas inversiones del extranjero, así como un tope a las tasas por el uso de las redes eléctricas para bajar los precios de la energía y reiteró su promesa de reducir el IVA de los alimentos.
La guerra de Ucrania impactó los precios y para subvencionarlos, su Gobierno "intervino con miles de millones" para ayudar a empresas y consumidores, recordó el canciller en el programa, e instó a mantener esta tendencia ahora que los precios están bajando.
Además, Scholz subrayó una vez más la necesidad de reformar el freno de la deuda, el mecanismo constitucional que limita el endeudamiento anual al 0,35 % del PIB para poder realizar las inversiones necesarias en los diferentes ámbitos.
Merz, el favorito de las encuestas, replicó que ésta es "la vieja canción de los socialdemócratas de subir los impuestos, aumentar la deuda e incrementar el gasto estatal", algo que según dijo "no puede ser la solución".
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Por el contrario, expuso su plan para reducir de forma escalonada los impuestos a las empresas del 30 % hasta el 25 %, lo que supondría para el Estado renunciar a ingresos de entre 20.000 y 30.000 millones de euros.
No obstante, según su razonamiento, esto aumentaría la competitividad de las empresas y contribuiría a relanzar la economía, que se arriesga a cerrar un tercer año en recesión de seguir el desarrollo actual, lo que a su vez aumentaría según dijo la recaudación fiscal.
"La economía se está contrayendo, con su plan se seguiría contrayendo, mientras que con nosotros emprenderá un rumbo de crecimiento", dijo a su rival.
Merz también abogó por reducir la burocracia y criticó que durante la legislatura de Scholz se mantuviera la hoja de ruta para desconectar las centrales nucleares y pasar centrales de carbón a la reserva.
Habló de una "fijación ideológica" en la transición verde que "no funciona" y aseguró que durante su mandato "no se desconectará nada de la red hasta que no exista un reemplazo".
Preguntados por sus hábitos personales, los dos políticos aseguraron que habitualmente hacen la compra ellos mismos, aunque reconocieron que no iban al supermercado desde el pasado mes de diciembre, debido al poco tiempo que les deja la campaña.
Según la encuesta más reciente de este miércoles, elaborada por el instituto GMS, el bloque conservador de Merz ganará el domingo con un 31 % de los votos, seguido por la ultraderecha (20 %), los socialdemócratas de Scholz (15 %), los Verdes (13 %) y La Izquierda (6 %).