El tribunal penal de Dubái la condenó, además, a una multa de 20.000 dirhams emiratíes (unos 5.000 euros), según la oficina de medios de Dubái.
"La citada mujer fue detenida mientras se encontraba en estado de ebriedad en un lugar público, y provocó disturbios como consecuencia de su estado de embriaguez. También asaltó a miembros de la policía de Dubái y les dirigió palabras obscenas mientras realizaban sus funciones. La Fiscalía de Dubái ordenó entonces remitirla a ella y la causa penal al Tribunal Penal de Dubái para que resolviera el caso", se apunta en el comunicado.
La influencer kuwaití, con 7,6 millones de seguidores en su cuenta de Instagram, causó un gran revuelo tras aparecer en la aplicación Snapchat llorando y quejándose de su sufrimiento mientras viajaba, y reveló que intentó acabar con su vida tras ser "objeto de injusticias" en EAU.
"Me han impedido injustamente viajar a Dubái durante dos años. Es Ramadán. Quiero ver a mi país y a mi familia. Emiratos Árabes Unidos siempre ha sido mi hogar. Aquí he construido toda mi vida. Tengo tres empresas y cinco casas. Mi hija estudia desde hace tres años y mi padre, jubilado, ha hecho de Dubái su hogar para la jubilación. Pero ahora siento que este lugar ya no es mi hogar. Soy víctima de la corrupción de la policía de Dubái", afirmó en un mensaje difundido en Snapchat.
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El año pasado, la influencer estadounidense Tierra Allen estuvo retenida tres meses en la ciudad emiratí por gritar a un empleado de una agencia de alquiler de coches hasta que la Policía de Dubái le devolvió el pasaporte.
Numerosas organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, han alertado en numerosas ocasiones de la falta de libertad de expresión en Emiratos, donde sobrepasar los límites o difamar por internet está penado con hasta dos años de cárcel o una multa de más de 230.000 dirhams emiratíes (63.400 dólares), según la legislación del país árabe.