Happy Ijebo limpia las calles de su barrio en Padua desde 2017, cuando llegó al país para escapar de la pobreza y la violencia, desde las 8 a las13 horas, como si fuera un turno de trabajo normal a cambio de algunas monedas que le dan los vecinos, informan este miércoles los medios italianos
El juez del Tribunal de Venecia Vincenzo Ciliberti decidió “corregir” el resultado de la sentencia en primera instancia que decretaba la expulsión del nigeriano por estar ilegalmente en el país, concediendo a Happy la posibilidad de permanecer en Italia otros cinco años.
Su decisión estuvo influenciada por las numerosas fotografías del joven limpiando las calles que aportaron en el proceso sus abogadas, Caterina Bozzoli y Alksandra Stukova.
Las abogadas explicaron que Happy está completamente integrado en la comunidad, pero, probablemente debido a una gran timidez provocada por las atrocidades vividas en Nigeria, aún no ha conseguido un trabajo estable ni aprender italiano.
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Por este motivo, se había decidido hasta en dos ocasiones rechazar su solicitud de asilo hasta hoy cuando se le concedieron otros 5 años.
"Aprovecharemos este tiempo para buscarle un trabajo que le permita asistir a la escuela nocturna, aprender italiano y obtener su diploma de secundaria. Tenemos cinco años y no podemos dejar pasar esta oportunidad. Hoy recibimos una muy buena noticia", explicaron sus abogadas a la edición local del 'Corriere della Sera'.