"Hacemos un llamamiento al pueblo palestino y a la juventud revolucionaria de Cisjordania para que intensifiquen en todas partes la confrontación con este enemigo arrogante, en defensa de nuestra tierra y nuestros lugares sagrados, entre los que se encuentra en primer lugar la sagrada mezquita Al Aqsa", dijo el grupo islamista en un comunicado.
Según Hamás, "el asalto del ministro fascista Ben Gvir" al recinto de la mezquita Al Aqsa de esta mañana es una "provocación y una escalada peligrosa". En total Ben Gvir, condenado hasta ocho veces por delitos que incluyen racismo y apoyo a una organización terrorista, ha visitado la Explanada al menos en cuatro ocasiones desde su llegada al gobierno.
Esta visita se produce en el marco del "genocidio contra el pueblo palestino", que ya se ha cobrado más de 50.200 vidas, y los esfuerzos del Gobierno israelí, presidido por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de "judaizar" al Aqsa y Jerusalén Este, señala el comunicado.
El grupo islamista hizo un llamamiento para que la Liga Árabe y a la Organización para la Cooperación Islámica tomen "medidas efectivas" contra lo que considera "violaciones sistemáticas" hacia la mezquita Al Aqsa por parte de Israel.
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"Pedimos que se tomen medidas urgentes para obligar a la ocupación criminal a poner fin a sus crímenes contra el pueblo palestino y los lugares sagrados islámicos y cristianos", concluye el comunicado.
La visita de Ben Gvir a la Explanada de las Mezquitas se produce después de que, como cada año, Israel restringiera por rangos de edades la llegada de palestinos de Cisjordania ocupada a Jerusalén durante el mes sagrado del Ramadán, que acaba de concluir.
Según el 'statu quo' vigente desde 1967 -cuando Israel ocupó Jerusalén Este, donde se ubica la Explanada- el recinto está reservado exclusivamente al culto de musulmanes, mientras que los judíos solo pueden entrar como visitantes, ya que las leyes judías prohíben a sus fieles orar en el lugar más sagrado para ellos, algo solo permitido a algunos rabinos.
Por eso, el rezo judío se practica en el Muro de las Lamentaciones -ubicado en uno de los laterales de la Explanada-, como lo aconseja el Gran Rabinato de Israel, aunque en los últimos años, algunos rabinos alineados con el movimiento del sionismo religioso abogan por rezar donde se levantó el Segundo Templo.
Para los palestinos e incluso para Jordania -país que custodia el lugar desde 1967-, ese cambio es más político que religioso y responde a un intento de judaización e israelización de todo Jerusalén.