"La UE debe responder con unidad y firmeza. El objetivo: crear las condiciones adecuadas para alcanzar un acuerdo justo con EE. UU. También debe demostrar un compromiso real con la diversificación, avanzando en acuerdos comerciales, empezando por Mercosur y México", declaró en un comunicado el secretario general de CLEPA, Benjamin Krieger.
Esa organización señaló que los fabricantes de componentes para la automoción generan "un tercio de la inversión directa de EE.UU." en la UE y aseguró que los aranceles asestan "un duro golpe" al sector tanto en la UE como al otro lado del Atlántico porque en Norteamérica se fabrican los componentes de coches comunitarios que se exportan a EEUU.
"Para un sector que ya se encuentra en tensión, esta escalada añade aún más presión", añadió Krieger.
CLEPA pidió también que el bloque comunitario ayude a su industria automovilística reduciendo la burocracia, abaratando los costes energéticos, disminuyendo la carga regulatoria y estimulando la demanda local "para salvaguardar el conocimiento esencial y el liderazgo tecnológico".
"Una respuesta bien calibrada ahora definirá la posición económica de Europa durante los próximos años", añadió la patronal de los fabricantes de componentes en su reacción después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decretase aranceles del 25 % a los automóviles importados por su país.