Sus declaraciones se produjeron tras el discurso del director de la Oficina de Trabajo en Hong Kong y Macao del Comité Central del Partido Comunista de China, Xia Baolong, quien en la víspera subrayó las responsabilidades patrióticas de la urbe.
El principal responsable chino de los asuntos de la excolonia británica describió la guerra arancelaria estadounidense como “extremadamente desvergonzada” y que pretende “arrebatarle la vida a Hong Kong”, sugiriendo que se deriva de la intolerancia hacia la prosperidad y estabilidad de la región semiautónoma.
En este contexto, Xia instó a los hongkoneses a "mantenerse firmes con la patria y en el lado correcto de la historia" y advirtió que "aquellos que traicionan los intereses nacionales y vitorean al enemigo en momentos críticos nunca serán tolerados, y seguramente enfrentarán una suerte funesta cargando con la maldición de la historia".
Asimismo, Xia destacó a dos figuras emblemáticas de la historia empresarial: Chuang Shih-ping, quien izó la primera bandera china en el territorio bajo dominio británico, y Henry Fok, que suministró recursos estratégicos a China durante la Guerra de Corea, a pesar de los embargos occidentales.
En un programa de radio, Ip interpretó que las palabras de Xia contenían "serias advertencias" para el sector.
"Si los empresarios priorizan los beneficios sobre los intereses nacionales, no acabará bien", advirtió, aunque se abstuvo de especificar a qué compañías se refería.
Además, subrayó que los intereses comerciales y nacionales son compatibles, señalando que China continental sigue siendo el mayor socio comercial de Hong Kong.
"Los promotores saben qué compradores vienen y qué empresas fuertes atraen la inversión extranjera", afirmó.
A pesar de reconocer que algunas multinacionales pueden tener perspectivas diversas, Ip advirtió que mantener malas relaciones con Pekín podría resultar en desventajas significativas.
Con todo, el Ejecutivo hongkonés estima que los intercambios no gubernamentales con Washington deben seguir, a pesar de la congelación del diálogo político, por lo que continúan ampliando sus asociaciones internacionales sin abandonar los mercados occidentales tradicionales.
La funcionaria destacó la necesidad de distinguir entre la Administración norteamericana y los círculos empresariales de EE.UU., señalando que "muchas organizaciones estadounidenses están demandando al Gobierno de Trump o se oponen a las guerras comerciales".
Sus declaraciones se produjeron mientras la Cámara General de Comercio de Hong Kong se prepara para una visita a EE. UU. la próxima semana.
Jeffery Lam, miembro del Consejo Ejecutivo y representante de la entidad, confirmó a medios locales que el desplazamiento seguirá adelante, recalcando la necesidad de mantener los lazos comerciales.
"Las compañías estadounidenses también son víctimas de las batallas arancelarias", aseveró Lam, aunque reconoció que los negocios locales están diversificando sus inversiones en respuesta a la presión estadounidense.
Hong Kong, como región administrativa especial de China, se encuentra en el epicentro de la aplicación de los aranceles impuestos por Estados Unidos, dado que Washington no la considera una entidad comercial independiente debido a lo que estima una prolongada represión en el marco de la controvertida Ley de Seguridad Nacional impuesta por Pekín en 2020.
A pesar de que la ciudad opera como un puerto franco y no impone aranceles a las importaciones, no ha podido esquivar dichas tarifas aplicadas a los productos manufacturados en la parte continental.