China “no aceptará” que países logren acuerdos comerciales con Trump que la perjudiquen

La industria del transporte comercial se prepara para una repentina disminución del trabajo a medida que continúan las consecuencias de los amplios aranceles del presidente estadounidense Donald Trump. Se está notificando a los importadores estadounidenses sobre un aumento en la cancelación de viajes de buques de carga desde China después de que la administración Trump anunciara nuevas tarifas para los barcos chinos.
La industria del transporte comercial se prepara para una repentina disminución del trabajo a medida que continúan las consecuencias de los amplios aranceles del presidente estadounidense Donald Trump. Se está notificando a los importadores estadounidenses sobre un aumento en la cancelación de viajes de buques de carga desde China después de que la administración Trump anunciara nuevas tarifas para los barcos chinos. 202310+0000 JUSTIN SULLIVAN

Pekín, 21 abr (EFE).- El Gobierno chino advirtió este lunes que "no aceptará" acuerdos internacionales que se logren "a expensas de sus intereses", después de que medios internacionales informaran que el presidente de EE.UU., Donald Trump, planea presionar a otros países durante sus negociaciones comerciales para que limiten sus intercambios con China.

El Ministerio de Comercio de China indicó en un comunicado publicado en su página web que Estados Unidos “ha estado abusando de los aranceles a sus socios comerciales bajo la bandera de la ‘reciprocidad’” y ha “obligado a todas las partes a mantener negociaciones” con Washington.

La cartera aseguró que “respeta los esfuerzos de todas las partes para resolver sus diferencias económicas y comerciales con Estados Unidos mediante consultas equitativas”, pero agregó que todas las partes deben “adoptar una postura de equidad, justicia y corrección histórica” y “defender las normas económicas y comerciales internacionales y el sistema comercial multilateral”.

El Ministerio acusó al país norteamericano de “promover una política hegemónica e implementar una intimidación unilateral en el campo económico y comercial”, mientras avisaba de que “el apaciguamiento no traerá la paz” y que “los acuerdos no serán respetados”.

El organismo criticó la búsqueda de “supuestas exenciones a expensas de los intereses de otros para obtener un beneficio egoísta temporal propio” y avisó de que este comportamiento “no acaba beneficiando a ninguna de las partes”.

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“Nadie puede permanecer inmune al impacto del unilateralismo y el proteccionismo”, señaló el Ministerio, que agregó: “Una vez que el comercio internacional regrese a la ‘ley de la selva’, donde los fuertes se aprovechan de los débiles, todos los países se convertirán en víctimas”.

China está dispuesta a “fortalecer la solidaridad y la coordinación con todas las partes, trabajar para resistir conjuntamente contra las intimidaciones unilaterales”, aseveró la cartera.

La guerra comercial desatada por Trump se intensificó el pasado 2 de abril con el anuncio de “aranceles recíprocos” para el resto del mundo, una medida que rectificó después ante las caídas de los mercados y el encarecimiento de la financiación de la deuda estadounidense.

Pero a la vez que suavizaba su ofensiva con la mayoría de países aplicando un arancel generalizado del 10 %, Trump decidió incrementar los gravámenes a China hasta un 245 % por haber respondido con represalias.

Mientras, Pekín ha elevado los suyos sobre productos estadounidenses hasta el 125 %.

EE.UU. decidió dejar numerosos productos tecnológicos chinos sin gravar, aunque Trump anunció aranceles para semiconductores que se aplicarán “en un futuro próximo”.

Por otra parte, Trump afirmó el jueves que en “tres o cuatro semanas” pueden haber llegado a acuerdos arancelarios con sus socios e indicó que su Administración ya está hablando con representantes chinos en un intento por llegar a un pacto también con Pekín.

Hasta hora, China solo ha reconocido mediante su Ministerio que “siempre” ha mantenido “comunicación a nivel de trabajo” con sus homólogos estadounidenses, al recalcar que Pekín está “abierto a consultas” con Washington si están basadas en el “respeto mutuo”.