A través de un comunicado emitido este lunes por la oficina de medios del Gobierno gazatí, las autoridades de la Franja advierten del cese de los servicios básicos por falta de combustible y de maquinaria pesada para retirar escombros y despejar las carreteras.
"(Los municipios de Gaza) se encuentran actualmente en un estado de parálisis total y en un cese total de operaciones debido a la intransigencia de la ocupación (Israel) y su continua negativa a permitir el acceso de combustible", denuncia el comunicado.
Por ello, piden una intervención urgente de las organizaciones de la ONU y otras instituciones internacionales para que suministren "el combustible necesario para el funcionamiento de pozos de agua, bombas de aguas residuales, vehículos de recogida de residuos y maquinaria pesada".
Así, las autoridades locales podrán reanudar su labor humanitaria hacia la población de la Franja, ante lo que consideran "un crimen de guerra y una flagrante violación de todas las leyes y convenciones internacionales y humanitarias" por parte de Israel.
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La falta de maquinaria pesada en Gaza está dificultando las labores de retirada de escombros y la limpieza de las carreteras, necesarias para poder atender las necesidades básicas de la población.
Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), la destrucción provocada por los bombardeos en Gaza ha generado más de 53 millones de toneladas de escombros, que necesitarán 22 años para poder ser retiradas por completo.
En este sentido, las autoridades de la Franja alertaron la semana pasada de un aumento de enfermedades respiratorias "debido en parte al polvo y los escombros de los bombardeos", dado que muchas familias gazatíes se ven obligadas a vivir entre los escombros de sus casas derruidas.
El comunicado de este lunes exige también restablecer el suministro de agua desde Mekorot, una de las principales fuentes de abastecimiento del centro de Gaza, y que se encuentra interrumpido desde finales de enero, lo que ha exacerbado la crisis de agua "amenazando con graves desastres sanitarios y ambientales, así como con la propagación de epidemias y enfermedades".
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) informa de que nueve de cada diez hogares gazatíes afrontan "una grave escasez de agua debido al continuo asedio israelí".
Esta escasez de agua y la falta de suministros sanitarios provocan que las mujeres y niñas de Gaza deban pasar sus periodos sin productos menstruales, higiene ni privacidad.