Aunque este año no ha supuesto un gran aumento de impagos, la tendencia continúa creciendo de forma constante en todos los sectores, afirman desde el Centro de Análisis Macroeconómico y Pronósticos a Corto Plazo (CAMPCP), organismo próximo a las autoridades rusas.
Las alertas por impagos se dispararon ya durante el verano del año pasado.
"Si no se frena el aumento de los impagos a lo largo de las cadenas de producción, podrían surgir problemas de escasez de capital circulante y, posteriormente, una reducción de la producción", avisó Oleg Solntsev, jefe del departamento del CAMPCP.
Los expertos señalan que las industrias más afectadas son el carbón; la metalurgia; reparación e instalación de maquinaria; almacenamiento; agricultura y ganadería; la industria energética; la fabricación de vehículos de motor; construcción ferroviaria; construcción naval y aeronáutica, entre otras.
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Además, indican que tras el inicio de la guerra en Ucrania de 2022, las empresas se dividieron en dos tipos: aquellas que reciben subsidios estatales y las que no.
Las que reciben subsidios, las cuales, por lo general cooperan con las autoridades rusas para la maquinaria de guerra, crecen y concentran el capital, mientras que el resto corre mayor riesgo.
De este modo, durante estos últimos tres años los sectores que más empujaron a la economía del país fueron el manufacturero, las finanzas, la construcción, la administración pública y la industria militar.
"Los sectores restantes han estado en números rojos durante los últimos tres o cuatro años y han mostrado pocos cambios desde 2019", afirma Pável Riabkov, analista financiero.
El coste de endeudarse
Otro indicador es el creciente problema de atrasos salariales, que a finales de mayo de este año ascendían a los 1.700 millones de rublos, un aumento del 12,2 % en relación con el mes anterior, y casi cuya totalidad se debe a la falta de fondos de las empresas, según las cifras de Rosstat.
Este mes el Banco Central ruso bajo del 21 % al 20 % los tipos de interés, lo que sin embargo "tendrá poco efecto en el comportamiento económico de las entidades comerciales", afirma la economista y diputada de la Duma Estatal Oksana Dmítrieva, en cuya opinión la inaccesibilidad al crédito ha disminuido el capital circulante y ha reducido la inversión.
Dmítrieva afirma que el BC, que trata de combatir la inflación que asola al país, bajó los tipos por la presión política.
La diputada calificó anteriormente la política del BC como "uno de los principales sabotajes económicos de las últimas décadas".
Principalmente este año, numerosas empresas han declarado encontrarse en números rojos por operar con poco margen de beneficio y no poder pagar los créditos solicitados, lo que ha afectado sobre todo a la construcción.
Ayer, Rusia anunció un plan especial para el procedimiento de quiebra de empresas de la industria del carbón, que atraviesan su peor crisis desde la década de 1990 por las sanciones que ha impuesto Occidente por la guerra en Ucrania.