"Es imperioso lograr la estabilización del Sistema Eléctrico Nacional y vencer la crisis energética que tanto nos afecta", afirmó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, además primer secretario del PCC, versionado en la televisión estatal.
La crisis energética, agravada desde mediados del año pasado e intensificada en las últimas semanas, se ha reflejado en cortes al suministro constantes que superan a veces las 20 horas diarias en amplias regiones del país, entre ellas grandes ciudades como Santiago de Cuba y Holguín.
En La Habana, los apagones oscilan entre las ocho y diez horas varias veces en el día incluyendo noches y madrugadas.
Al respecto, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O, dijo en la reunión de los comunistas cubanos que “la elevada demanda en todos los horarios, unida a la pérdida de capacidad de generación, el decrecimiento de la producción nacional de crudo, y el descenso de la importación de petróleo y sus derivados, confluyen en la complejísima situación actual”, según un reporte de la agencia estatal Prensa Latina.
“Sabemos los impactos negativos de esta situación y el extraordinario esfuerzo que hacen cubanas y cubanos para sobreponerse a diario, por eso reiteramos nuestro compromiso de seguir trabajando por la solución”, agregó, acorde con la fuente.
El Gobierno cubano señala que la falta de combustible y el mal estado de las centrales térmicas, con décadas acumuladas de explotación, son las principales causas de los frecuentes cortes en el servicio eléctrico.
El pleno del comité central se desarrolló durante dos días a puerta cerrada sin comparecencias ante los medios. Este se realizó días antes de una nueva sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, con el objetivo de consensuar y perfilar las decisiones que después se aprobarán en el legislativo unicameral cubano.
Asimismo, convocó a su noveno Congreso entre los días 16 y 19 de abril del 2026.
Analizó también, sin soluciones concretas, la crítica situación económica del país, sumido en una grave crisis desde hace cinco años con escasez de productos básicos, alta inflación -que se ha reducido, pero sigue con doble dígito-, la dolarización parcial de la economía y largos apagones.
La pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y fallidas políticas económicas y monetarias han agravado los problemas estructurales de la economía insular.
Desde 2024, el Ejecutivo ha puesto en marcha un plan de choque con medidas de austeridad y la dolarización de distintos servicios, que también presentaron un importante alza de precios en moneda nacional.
El Gobierno no ha hecho público el PIB de 2024, pero a finales del año pasado asumió que este se contraería nuevamente, como ocurrió en 2023 (-1,9 %) debido, precisamente, a los apagones, acompañados por el golpe de dos huracanes y dos sismos.